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El tabaco, ¿afecta por igual a hombres y mujeres?

El tabaco, la exposición diaria a nicotina, tóxicos y carcinógenos, afecta a hombres y mujeres por igual. Pero hay una serie de aspectos en relación a la salud reproductiva de los que muchos de nosotros nunca hemos oído hablar y en los que, en general, la mujer sale peor parada.

La Dra. Elena Castellanos, ginecóloga del Centro Médico Teknon, cuenta que el tabaco adelanta la menopausia, aumenta el riesgo de infartos de miocardio en las mujeres que toman anticonceptivos orales, influye en los tratamientos de reproducción asistida y tiene múltiples consecuencias en el feto y en su desarrollo posterior. Si estás pensando en quedarte embarazada, lo mejor es dejar de fumar ya, y si tu pareja lo hace contigo, muchísimo mejor para lo dos y para el bebé que está por venir.

Mujer embarazadaMujer embarazada


El tabaco facilita la aparición de cáncer en el cuello del útero.

Las parejas en las que uno o ambos miembros de la pareja fuman tienen menos posibilidades de concebir de forma espontánea y menos tasas de éxito cuando se ha de recurrir a técnicas de reproducción asistida (inseminación, fertilización in vitro). El tabaco altera la motilidad de las trompas uterina y la calidad del semen. Además, puede producir mutaciones en los óvulos y espermatozoides que se transmiten a los embriones. Es también causa de impotencia masculina que en los hombres jóvenes se revierte si se deja de fumar.

Aunque el número de mujeres que fuman ha ido disminuyendo en los últimos años se calcula que en España alrededor del 25% de las mujeres en edad reproductiva son fumadoras. De éstas, sorprendentemente, más de la mitad (54%), continúan fumando durante el embarazo y las que lo dejan, en una proporción tan alta como el 70%, vuelven a fumar tras el parto.

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Desde los años cincuenta se sabe que los hijos de las mujeres que fuman en el embarazo tienen una reducción en el peso al nacer. Desde entonces un elevadísimo número de estudios ha relacionado de forma contundente el tabaquismo materno, tanto activo como pasivo, con una serie de efectos adversos durante la gestación. El más conocido es, tal vez, el bajo peso al nacer, pero además el tabaco aumenta el riesgo de sufrir aborto espontáneo, embarazo extrauterino, parto prematuro o la muerte súbita del recién nacido. Los hijos de madres y/o padres fumadores sufren más asma infantil, mas otitis, más infecciones respiratorias y tienen más ingresos en el hospital. Además los últimos estudios relacionan el tabaco con el síndrome de hiperactividad y déficit de atención y con la leucemia infantil. El tabaquismo durante el embarazo aumenta el riesgo de malformaciones congénitas, particularmente en cara, genitales y sistema urinario. En la edad adulta los hijos de mujeres fumadoras padecen más diabetes y más enfermedades cardiovasculares.

Los hijos de fumadores tienen más riesgo de ser fumadores en la adolescencia, tal vez como resultado del modelo a imitar o de la facilidad de acceso a los cigarrillos.

Existe un mito en el que se dice que es peor la ansiedad de dejar de fumar que fumar cinco cigarrillos al día. Hoy en día se sabe que esto no es cierto y que en el embarazo no se ha de fumar ni un cigarrillo al día.

El embarazo es un momento en el que las mujeres están dispuestas a hacer cambios en su vida para mejorar su salud y la de sus hijos. Lo ideal sería dejar de fumar antes de quedarse embarazada, pero la mayoría dejan de fumar en cuanto se enteran de que lo están. A veces por las propias nauseas del principio del embarazo que disminuyen sus ganas de fumar. Las mujeres que no lo consiguen por sí solas pueden recurrir a su ginecólogo o especialista en deshabituación tabáquica para recibir ayuda que puede ser incluso con terapia sustitutiva de nicotina (chicles, parches…).

Tampoco libera completamente del riesgo el no fumar en casa o no fumar delante de los hijos, pues el humo se deposita en la piel de los padres, en sus ropas o en las superficies transformándose y dando lugar a nuevas sustancias tóxicas que luego los niños tocan e ingieren (tabaquismo de tercera mano). Lo ideal es usar el embarazo para dejar de fumar ¡PARA SIEMPRE!

12 Consejos para dejar de fumar

    1. Los "cravings" o el deseo imperioso de fumar no dura todo el día, solamente unos minutos y luego se van. Has de mantener MANOS, BOCA Y MENTE ocupados. Lo peor son las primeras dos semanas. Luego casi ni los notarás.
    2. Corta trozos de zanahoria, fruta o verdura que te guste y ponlos en una bolsita. Cuando tengas un "craving" sácalos del bolso y rónchalos (manos, mente y boca ocupados). Te ayudarán con el hambre.
    3. Ojo al peso. Muchas mujeres vuelven a fumar porque se engordan. Bebe agua a menudo y zumos con fibra. Come cositas poco calóricas entre horas.
    4. Deja el café o cámbialo por una infusión sin cafeína. Muchas personas asocian café y tabaco. Después de la comida ve a lavarte los dientes pues con el sabor a menta apetece menos fumar.
    5. Si usas el tabaco como un momento de parón o de relax, no dejes te tomarte esos momentos, pero hazlo sin tabaco. Busca una actividad gratificante que te ayude en su lugar.
    6. Dile a las personas que te rodean que has dejado de fumar para que lo hagan contigo o para que no te ofrezcan tabaco o no fumen delante de ti.
    7. Cambia por unos días o un par de semanas tus actividades de ocio para hacer más llevadero el "síndrome de abstinencia". No quedes a cenar en casa de amigos o familiares que fumen.
    8. Si estás pensando quedarte embarazada, deja de fumar lo antes posible, no esperes a estarlo. Si crees que no puedes hacerlo sola pide ayuda a tu ginecólogo, tu médico de familia o un especialista en tratamiento del tabaco.
    9. Anima a tu pareja a dejar de fumar contigo. ¡Será mucho más fácil conseguirlo!
    10. Infórmate sobre el "champix" o la terapia sustitutiva de nicotina. Ambos te pueden ayudar a dejar de fumar al anular los síntomas de la abstinencia.
    11. No uses el tabaco como ansiolítico o como laxante. Si no estás bien busca ayuda de otra forma más sana para ti o para tu futuro bebé.
    12. Crea un ambiente limpio y sano para ti y tu familia, sin humos, sin riesgos.
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