Trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva

Un patrón general de preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control mental e interpersonal, a expensas de la flexibilidad, la espontaneidad y la eficiencia, que empieza al principio de la edad adulta y se da en diversos contextos, como lo indican cuatro (o más) de los siguientes ítems:

  1. Preocupación por los detalles, las normas, las listas, el orden, la organización o los horarios, hasta el punto de perder de vista el objeto principal de la actividad.
  2. Perfeccionismo que interfiere con la finalización de tareas (por ejemplo: es incapaz de acabar un proyecto porque no cumple sus propias exigencias, al ser demasiado estrictas).
  3. Dedicación excesiva al trabajo y a la productividad con exclusión de las actividades de ocio y las amistades (no atribuible a necesidades económicas evidentes).
  4. Excesiva terquedad, escrupulosidad e inflexibilidad en temas de moral, ética o valores (no atribuible a la identificación con la cultura o la religión).
  5. Incapacidad para tirar los objetos gastados o inútiles, incluso cuando no tienen un valor sentimental.
  6. Es reacio a delegar tareas o trabajo en otros, a no ser que estos se sometan exactamente a su manera de hacer las cosas.
  7. Adopta un estilo avaro en los gastos para él y para los demás. El dinero se considera algo que hay que acumular con vistas a catástrofes futuras, utilizando una visión más allá de la racionalidad.
  8. Muestra rigidez y obstinación.

** Criterios según DSM-IV-TR (APA, 2001)