Problemas de pareja

¿Qué ofrece la terapia de pareja?

La terapia de pareja de orientación cognitivo conductual ofrece a las parejas en crisis un medio en el que evaluar y concretar las causas de su insatisfacción y la razón por la que ésta se prolonga en el tiempo.

Una vez identificada la problemática, la terapia ayuda a promover el cambio, definiendo como objetivo la reciprocidad propia de una relación sana. Se enseñan estrategias y habilidades para dialogar y llegar a acuerdos que faciliten la recuperación de la complicidad perdida.

En algunos casos, la demanda de ayuda es para terminar una relación, centrando entonces los esfuerzos en lograr una separación cordial y de mutuo acuerdo.

En otros casos, las personas ya separadas solicitan ayuda para recuperarse de las secuelas emocionales y poder reemprender una nueva etapa en su vida.

En una época como la actual, en que la estabilidad de la convivencia es difícil, la terapia de pareja puede abordar distintas problemáticas de tipo afectivo que afectan al buen funcionamiento de la relación. Por ejemplo, el cuestionarse la capacidad de amar o de ser amados, el replantearse objetivos vitales y revisar los valores que han acompañado a la pareja hasta el momento.

¿Cuáles son las consultas habituales al terapeuta de pareja?

Las consultas habituales al terapeuta de pareja son:

  • Dificultades de adaptación a la convivencia.
  • Pérdida de ilusión en el proyecto vital conjunto.
  • Deseo de mejorar la calidad de la convivencia.
  • Crisis personal que altera el proyecto previo de la pareja.
  • Definir los valores dentro de la relación de pareja.
  • Dificultades de comunicación.
  • Dificultad específica para expresar los sentimientos.
  • Pérdida de confianza y/o infidelidad.
  • Enamoramiento de una tercera persona.
  • Celos.
  • Conflicto constante.
  • Problema sexual que afecta a la relación de pareja.
  • Problemas con las familias de origen que afectan a la relación.
  • Deseo de realizar una separación de mutuo acuerdo.
  • Problemas en la relación derivados de la enfermedad física o psíquica de uno de los miembros.

¿Por qué pedir ayuda? El conflicto conyugal como factor de estrés que afecta a la salud

La sensación de pérdida de control e insatisfacción continua en la relación es un motivo más que suficiente para pedir ayuda y orientación, sobre todo cuando hemos intentado todos nuestros recursos sin éxito. Es sabido que la separación y el divorcio se hallan entre las situaciones de estrés que afectan más seriamente la vida de una persona. Por lo tanto, el conflicto de pareja, cuando se cronifica, comporta un estrés sostenido que disminuye la eficacia de nuestro sistema inmunológico. Es por ello que la probabilidad de enfermar es mayor. Se valora que el 60% de las personas en conflicto conyugal prolongado, separadas o divorciadas, sufre alguna enfermedad psíquica o física, porcentaje significativamente mayor que el de las personas en relaciones estables y satisfactorias.

¿Cuál es el enfoque teórico en la terapia de pareja?

Es importante darse la oportunidad de una primera entrevista en la que el profesional hace una valoración del caso, explica el proceso a seguir y aclara las dudas concretas que se le puedan plantear. Hay que tener presente que, tan importante es que el enfoque teórico resulte coherente y útil, como que se establezca empatía y confianza con el terapeuta.

El enfoque teórico de la terapia de pareja realizada en nuestro equipo es básicamente cognitivo conductual, porque ha demostrado ser el más eficaz, estructurado y didáctico, pero incorporamos elementos de otros enfoques que han demostrado su eficacia.

¿En qué consiste la primera visita en terapia de pareja?

Solemos aconsejar la presencia de ambos miembros de la pareja en la primera consulta, ya que ello permite conocer la opinión de cada uno sobre la problemática consultada y asimismo observar las divergencias mientras se expresan. También es útil poder ofrecer a ambos la valoración de su caso y el proyecto de trabajo a realizar.

Evidentemente, la consulta es individual en el caso de personas separadas que desean tratar aspectos personales de su vida afectiva.