Salud Mamaria

Cambios fibroquísticos en la mama

La mastopatía fibroquística es muy común, afectando a un 85% de las mujeres. Se considera una condición benigna, y no se asocia con el cáncer de mama. En la consulta mostramos a nuestras pacientes cómo realizar una correcta auto-exploración mamaria para que no se alarmen ante cualquier hallazgo y puedan reconocer el tipo de bulto que requiere evaluación médica. Damos consejos dietéticos y remedios naturales para el alivio de los síntomas de la mastopatía fibroquística.

Cáncer de mama

Según encuestas realizadas a mujeres es la enfermedad que más temen. Sin embargo, la mortalidad ha bajado mucho en la última década. Siempre que el tumor se encuentre a tiempo y todavía esté localizado únicamente en la mama, el índice de cura supera el 95%. Las mujeres tienen mayor consciencia ahora de la necesidad de realizar auto exploraciones de la mama y de acudir al médico si notan algo preocupante.

Existen tratamientos muy eficaces para tratar la mayor parte de los casos, y hay importantes hallazgos nuevos en las áreas de genética, quimioterapia y las terapias biológicas que están mejorando el pronóstico para pacientes con cáncer de mama.

Las pautas terapéuticas delante un diagnóstico nuevo de cáncer de mama son determinados de una manera muy rápida y eficaz por un equipo multidisciplinar que incluye ginecólogos, cirujanos, radiólogos, y oncólogos.

La detección del riesgo genético de cáncer de mama

Hay pruebas especializadas para determinar si una paciente es portadora de las mutaciones genéticas BRCA1 y BRCA2 y evaluar su riesgo de tener un cáncer mamario. Cuando se descubren estas mutaciones, la paciente recibe una orientación muy completa en cuanto a los pasos a seguir según sus necesidades individuales y reproductivas. Sin embargo, la mayoría de las mujeres que desarrollan cáncer de mama no tienen estas mutaciones genéticas.

La mamografía digital (tomosíntesis) y ecografía mamaria

Son unos métodos muy fiables para la detección precoz de cáncer de mama, especialmente cuando se usan conjuntamente. La primera mamografía rutinaria se suele pedir a los 35 años. Estudiamos el perfil de riesgo de cada paciente para determinar la frecuencia de cribado y las pruebas más adecuadas.