Suelo pélvico e incontinencia de orina

¿Qué es el prolapso genital?

El prolapso genital es el descenso o desplazamiento de los órganos pélvicos (vejiga (cistocele), útero (prolapso uterino), recto (rectocele), intestino (enterocele), a través de la vagina y en dirección a la vulva. Se produce por fallo de los elementos de suspensión y sustentación, y de la musculatura e innervación.

Generalmente, aunque no siempre, se asocia al embarazo y al parto; por ello es importante la rehabilitación del suelo pélvico postparto, y el seguimiento de buenos hábitos miccionales y defecatorios (evitar la retención urinaria prolongada y el estreñimiento).

El prolapso genital, dependiendo de su grado, puede no provocar síntomas, y puede asociarse a incontinencia urinaria o fecal (siempre se deberá descartar la presencia de dichas patologías, en ocasiones ocultas por la presencia del prolapso, ante una posible corrección quirúrgica).

¿Cuál es el tratamiento más adecuado?

El tratamiento dependerá de la clínica y de la afectación de la calidad de vida de la mujer, en ausencia de síntomas rara vez será necesaria su corrección. En los casos leves, pero con síntomas, la rehabilitación del suelo pélvico puede ser una buena opción. En los casos en los que la cirugía este contraindicada o la paciente la rechace, los pesarios pueden solucionar el problema.

La cirugía puede ser realizada por vía vaginal (en la actualidad cada vez es más frecuente la utilización de mallas sintéticas para reforzar los tejidos), o abdominal (laparoscópica o abierta dependiendo de la experiencia del cirujano). Antes de la cirugía deberá realizarse un estudio pormenorizado de los datos aportados por la anamnesis, exploración ginecológica, y estudios complementarios si precisa. Es fundamental valorar el deseo de mantener la función menstrual, reproductiva o sexual y la sintomatología asociada.

¿Qué es la incontinencia urinaria?

La incontinencia urinaria (o perdida involuntaria de orina) es la disfunción uroginecológica más frecuente en la mujer. Es una patología que afecta la calidad de vida de un gran número de mujeres (aunque únicamente un pequeño porcentaje consulta directamente por dicho problema). En estos casos, el primer paso es identificar el tipo de incontinencia para poder indicar el tratamiento adecuado.

El tratamiento será farmacológico (incontinencia urinaria de urgencia; síndrome vejiga hiperactiva), rehabilitación del suelo pélvico (incontinencia urinaria de esfuerzo (IUE), también adjuvante en otros tipos de incontinencia) o bien quirúrgico (IUE o mixta grave, y las que no responden al tratamiento conservador o no lo desean).

Actualmente podemos ofrecer una cirugía minimamente invasiva (TOT, TVT) y con resultados, que en manos expertas, permiten ofrecer un 80-90% de curación. Se utiliza material protésico (mallas) para su realización, y no se debe olvidar que no están exentas de complicaciones, por ello siempre deberemos evaluar el tratamiento personalizado para cada paciente.