¿Qué es la Hipoacusia de neurosensorial?

La hipoacusia neurosensorial se produce cuando existen problemas en el oído interno. Estos problemas son tratados mediante la utilización de dispositivos electrónicos como audífonos convencionales o, cuando no pueden utilizarse o dejan de ser útiles, implantes de oído medio o implantes cocleares, según la gravedad del deterioro auditivo.

¿Qué es un implante de oído medio?

Un implante de oído medio es un dispositivo electrónico que se coloca mediante cirugía para potenciar el mecanismo de transmisión del oído medio. Así, existen modelos parcialmente implantables (aquellos en que hay un componente interno, situado en el oído medio, y otro componente exterior), y modelos totalmente implantables (el dispositivo está totalmente debajo de la piel y no es visible). Este tipo de implantes pueden utilizarse en dos casos:

  • Pacientes que padecen hipoacusia transmisiva o mixta por otitis crónica, donde el implante substituirá una parte de la cadena de huesecillos.
  • Pacientes que padecen hipoacusia neurosensorial por problemas en el oído interno, donde el implante potencia y aumenta la transmisión mejorando la audición y manteniendo la cadena de huesecillos.

La cirugía se realiza a través de una incisión por detrás de la oreja y bajo anestesia general. Así, se coloca una parte del dispositivo bajo la piel y una serie de elementos en contacto con la cadena de huesecillos o en ausencia de esta, en contacto directo con el oído interno. Una vez todo haya cicatrizado se podrá adaptar la parte externa si el dispositivo es semimplantable, o activarlo si es totalmente implantable.

¿Qué es un implante coclear?

Un implante coclear es un mecanismo que se implanta mediante cirugía en aquellos pacientes que padecen una perdida auditiva muy grave en ambos oídos. El implante estimulará eléctricamente el nervio auditivo permitiendo una mayor audición. Suele utilizarse en:

  • Pacientes pediátricos con sordera de nacimiento o adquirida en la infancia, y en los que los audífonos convencionales no son suficientes
  • Pacientes adultos que, por la gravedad de su sordera, no pueden beneficiarse de los audífonos

Los implantes cocleares cuentan con un dispositivo interno, que se aloja en el oído interno (cóclea), y otro de externo (visible), de aspecto similar al audífono convencional.

La cirugía necesaria para implantar la parte interna del dispositivo se realiza a través de una pequeña incisión detrás de la oreja. A través de esta incisión se colocarán dentro del oído interno unos electrodos, por lo que es necesario retirar el hueso que cubre esta parte del oído. La intervención se realiza bajo anestesia general.

Tras la intervención, se realizará la primera programación que irá acompañada de una rehabilitación auditiva que se centrará en ir superando etapas: detección y discriminación de sonidos, identificación de sonidos y palabras, y reconocimiento de palabras y comprensión verbal.

¿Qué pacientes pueden beneficiarse de un implante coclear?

Los implantes cocleares suelen implantarse principalmente en aquellos pacientes que padecen una sordera neurosensorial profunda en ambos oídos y que no es posible reparar con audífonos convencionales. Esta sordera puede ser:

  • Prelocutiva o congénita, aquella sordera que se detecta desde el nacimiento. Los niños que nacen sordos son casos idóneos para ser implantados preferentemente antes de los 3 años de edad. Los resultados en adultos con este tipo de sordera son muy pobres, por lo que se desaconseja el uso de implantes cocleares en este colectivo.
  • Postlocutivos, cuando la sordera se instaura una vez el paciente ya ha aprendido a hablar. En este caso, es importante colocar el implante rápidamente, de manera que no pase mucho tiempo entre la detección de la sordera y la intervención.

¿Qué resultados se obtienen con un implante coclear?

Los adultos prelocutivos intervenidos obtienen unos resultados muy insatisfactorios por lo que se desaconseja su implantación.

Los niños prelocutivos con hipoacusia congénita implantados de forma precoz obtienen muy buenos resultados debido a la plasticidad cerebral, puesto que el cerebro aún está en desarrollo y se acostumbra a oír a través del implante coclear desde el principio. Por ello es importante realizar el tratamiento cuando el niño es menor de 3 años, a ser posible alrededor del primer año de vida. El 90% de estos pacientes alcanza un reconocimiento auditivo superior al 90%, pudiendo desarrollar un lenguaje oral casi comparable al de los niños normo-oyentes.

Los niños prelocutivos de 4 a 6 años de edad alcanzan un reconocimiento auditivo del 50%, siendo su progresión más lenta. En pacientes prelocutivos, más allá de los 6 años, los resultados empeoran significativamente.

En el caso de los pacientes adultos postlocutivos, los resultados dependerán de diversos factores, como por ejemplo, el tiempo que ha persistido la hipoacusia o la utilización previa de audífonos. Aun así, los resultados de los auditivos tras la intervención son significativamente mejores comparados con los resultados preoperatorios. De promedio, los pacientes pueden obtener un 50-60% de reconocimiento de frases sin apoyo y un 90% de palabras cotidianas.

Si no funcionan los audífonos, hay algún tratamiento más?

El campo de los dispositivos electrónicos para el tratamiento de la sordera ha evolucionado enormemente en los últimos años. Hoy en día disponemos, además de los audífonos convencionales, de diversos dispositivos implantables quirúrgicamente. Así, por ejemplo:

  • Si los audífonos no son suficientemente potentes porque el grado de hipoacusia es profundo, podemos colocar un implante coclear.
  • Si el problema está en la imposibilidad de utilizar los audífonos por problemas en el oído externo, disponemos de implantes osteointegrados o por vía ósea y de implantes de oído medio.
  • Si el paciente ha sufrido problemas infecciosos en el oído medio o múltiples intervenciones sobre la cadena de huesecillos, también podemos utilizar implantes osteointegrados o por vía ósea o los implantes de oído medio. Incluso si el paciente no se adapta a los audífonos, en ocasiones un implante de oído medio puede ser la solución