¿Cómo se diagnostica la lesión?

Tras evaluar la zona de la lesión y realizar una historia clínica completa, el especialista solicitará habitualmente una resonancia magnética y una electromiografía para localizar con exactitud y valorar la zona dañada; así como comprobar la actividad del músculo afectado.

Asimismo, en determinados casos, el especialista puede valorar la posibilidad de realizar un bloqueo controlado para comprobar el nivel de dolor que sufre el paciente y poder evaluar si el tratamiento propuesto podría ser eficaz.