Mesoterapia

La Mesoterapia se fundamenta en las propiedades de difusión de los fármacos a través de la microcirculación del tejido conjuntivo cutáneo que interrelaciona la piel con sus estructuras vecinas. De esta manera, consigue dos objetivos muy importantes:

  • Limitar la administración de los fármacos a la zona peripatológica (alrededor de la patología), preservando el resto del organismo de efectos secundarios.
  • Reducir la cantidad de fármaco a administrar, haciendo innecesario el empleo de elevadas dosis para asegurar la llegada, después de las consiguientes pérdidas en el trayecto.

La técnica mesoterapéutica requiere el empleo de materiales apropiados (jeringas, agujas, multinyectores, etc) para la realización de las multipunciones, así como la necesaria habilidad para su manejo, que se adquiere con la práctica.

En realidad, se pueden tratar con mesoterapia todo tipo de dolencias. Pero, se acostumbra a aplicar en aquéllas, en las que la medicina tradicional suele fracasar: como la celulitis, algunas dolencias dermatológicas rebeldes, como el acné o la alopecia o caída del cabello, también en ciertos procesos reumatológicos y algunas otras.

Los mesoterapeutas aseguran que han obtenido, con esta técnica, curaciones espectaculares de enfermos que venían decepcionados de varios tratamientos sin éxito.