La crioesclerosis

La crioesclerosis es un método inventado por el doctor M Ripoll Sánchez, quien ideó un sistema microesclerosante con ayuda del frío. La crioesclerosis líquida mejora de tal forma los resultados que, con esta técnica, se consigue suprimir absolutamente las pigmentaciones posteriores al tratamiento.

La crioesclerosis se realiza con una pequeña jeringuilla que introduce un producto en la varícula igual que en la esclerosis antigua, pero no utilizamos una jeringuilla normal, sino lo que denominamos "criojeringuilla": una jeringuilla doble en cuyo compartimiento interno lleva el esclerosante y en el externo un mantenedor de bajas temperaturas, ya que el producto esclerosante es previamente tratado con gas cárbonico para que su temperatura descienda a - 40 grados C. Así producirá una quemadura térmica en las paredes de las venas.

Nuestro interlocutor apunta que "las ventajas de esta técnica son sorprendentes. Porque con ella pueden eliminarse los vendajes, puede practicarse todo el año si se evita la exposición solar y desde luego, se evitan totalmente las pigmentaciones como rutina desagradable consecuente del tratamiento esclerosante, las cuales tratábamos posteriormente con láser".

El procedimiento es exactamente el mismo que en la microesclerosis: la inyección en la varícula tensando la piel entre dos dedos de la mano izquierda mientras la derecha introduce el esclerosante. Se introduce la aguja y se inyecta la pequeña cantidad de líquido destinado a obturar el vaso. Se observará un cambio de color que pasará del rojo al blanco y viceversa. Sin embargo, en la crioesclerosis, antes de la aplicación, se ha introducido nieve carbónica del compresor en el recipiente de PVC que existe alrededor de la jeringuilla, la cual enfría el producto esclerosante.

"La crioesclerosis, añade el doctor Eusebio Sala Planell, es una aportación terapéutica que supera en sus resultados a los demás tratamientos de las telangiectasias o varicosidades de pequeño calibre. En muchos casos, se usan diversas técnicas combinadas, desde la clásica cirugía a la microcirugía, la flebectomía ambulatoria, la esclerosis varicosa o la microesclerosis, todas ellas combinadas con la crioesclerosis. Así que sólo el diagnóstico diferencial hará posible la selección de la técnica más adecuada con el fin de obtener los máximos resultados con la mínima intervención. Para ello, es imprescindible un conocimiento profundo de la patología venosa y la puesta en evidencia de este diagnóstico a través de técnicas que hoy tenemos tan depuradas como son el Doppler o el Eco-Doppler que nos facilitan enormemente nuestro trabajo".