Oftalmología infantil

Dacriocistitis congénita

Es muy habitual que el recién nacido tenga la luz de una vía lagrimal obstruida ya que, por inmadurez, todavía no se ha desarrollado el conducto. Esto hace que el niño llore de forma casi constante y pueda tener infecciones frecuentes en el lado afectado. El tratamiento en un principio será expectante ya que la mayoría de los casos se resuelve en pocos meses. De no ser así deberá realizarse un cateterismo de la vía lagrimal con una sonda o catéter.

Leucocoria (pupila de color blanco)

Es un cuadro grave en el que se debe acudir al oftalmólogo ya que se puede tratarse de:

  • Una catarata congénita cuyo tratamiento deberá ser quirúrgico y realizarse precozmente.
  • Un retinoblastoma, el tumor intraocular más frecuente en el niño.
  • Otras patologías congénitas que se manifiestan también por este signo.

Ojo muy grande

Tendremos que descartar un glaucoma congénito ya que en el niño, al tener los tejidos distensibles, el aumento de presión intraocular hace que aumente el tamaño del globo ocular. El tratamiento es quirúrgico.

Estrabismo

Es muy importante el tratamiento precoz del estrabismo y de la ambliopía (ojo gandul), para ello es necesario revisar precozmente todos aquellos niños con una posible desviación ocular, con antecedentes familiares o si presentan una actitud viciosa de la cabeza (tortícolis).

Primero se deberá descartar una enfermedad orgánica, estudiando los medios oculares y el fondo de ojo. Una vez descartadas estas patologías pasaremos a tratar la desviación.

El estrabismo tiene en primer lugar un tratamiento médico rehabilitador con corrección óptica, oclusión con parches, ejercicios, etc. Si una vez rehabilitado persiste la desviación se realizará tratamiento quirúrgico con cirugía sobre los músculos para variar sus acciones y que los ojos queden rectos.