Miomas

Los miomas son tumoraciones sólidas benignas, muy frecuentes y que afectan habitualmente al útero, aunque también los encontramos en el ovario o meso tubo-ovárico. Pueden ser únicos o múltiples.

Por lo general, los miomas no dan síntomas y solamente requieren un correcto diagnóstico y posterior control evolutivo, sin precisar ningún tratamiento.

Según su ubicación y crecimiento, pueden provocar síntomas, siendo la hemorragia el más frecuente (principalmente miomas submucosos que afectan a la cavidad endometrial) y el dolor (por compresión de las estructuras adyacentes, crecimiento rápido, necrosis intratumoral o torsión de un mioma subseroso pediculado).

En ocasiones, los miomas pueden dificultar el embarazo o su curso (mala irrigación de la zona de inserción placentaria).

Deberemos tratar solamente aquellos miomas que provoquen síntomas y cuando estos no respondan al tratamiento médico; también trataremos los miomas de crecimiento rápido y aquellos que puedan afectar al embarazo o a la fertilidad.

Solamente un pequeño porcentaje de miomas se vuelven malignos (leiomiosarcomas) y suelen asociarse a un crecimiento rápido y a vascularización abundante.

El tratamiento médico mediante análogos GN RH permite la reducción temporal de su tamaño y puede ser útil en algunos casos antes de la cirugía o en pacientes cercanas a la menopausia.

Otra opción de tratamiento de los miomas es la radiología invasiva, la embolización de las arterias uterinas y la destrucción mediante ultrasonidos. Estas técnicas no se aconsejan en pacientes que deseen tener hijos.

La resección histeroscópica es útil en el caso de miomas submucosos (que afecten a la cavidad endometrial).

Cuando los miomas afectan a la pared uterina o a su superficie, el tratamiento conservador consiste en la miomectomía (extracción del mioma o de los miomas con conservación uterina) ya sea abierta o laparoscópica.

La miomectomía laparoscópica con morcelación intracavitaria puede estar indicada en un gran número de casos, siempre y cuando la realicen especialistas expertos que garanticen los mismos resultados que con cirugía abierta.

En otras ocasiones, la única solución es la histerectomía (extirpación total del útero).