Tratamiento del cáncer de piel no melanoma

La mayoría de los carcinomas basocelulares y de células escamosas se curan mediante cirugía menor. Existen varios tipos de cirugía que se emplearán según sea la localización y el tipo de tumor.

Cirugía

  • Escisión simple: el tumor y una porción de tejido circundante se extirpan mediante bisturí. Luego se cosen los bordes, manteniendo la mejor estética posible.
  • Criocirugía: se utiliza nitrógeno líquido para congelar y así destruir las células malignas. En la actualidad está indicada en las queratosis actínicas (lesiones precancerosas) y en algunos carcinomas carcinomas superficiales.
  • Cirugía de Mohs: este procedimiento quirúrgico utilizado para tratar el cáncer de piel no melanoma (sobre todo el cáncer basocelular de la cara) consiste en extraer capas individuales de tejido canceroso y examinarlas una por una al microscopio para valorar si está totalmente extirpada, tanto en superficie como en profundidad. Esta técnica permite ahorrar el máximo de tejido sano alrededor. Esta cirugía se emplea para el tratamiento de tumores de comportamiento agresivo, localizados en determinadas áreas críticas y que han reaparecido después de otros tratamientos.
  • Cirugía por láser: se utilizan los rayos láser para vaporizar las células cancerosas. Esta técnica se emplea en el carcinoma basocelular muy superficial y en el carcinoma de células escamosas in situ.
  • Cirugía de ganglios linfáticos: si los ganglios cercanos al cáncer están afectados habrá que extirparlos mediante cirugía. Hoy día se emplea la técnica del ganglio centinela en muchos casos de melanoma.

Quimioterapia

Existen diversas formas de administración y numerosos tratamientos, cuyas formulaciones avanzan rápidamente a medida que la ciencia progresa.

Cuando se emplean de forma tópica, los fármacos llegan a las células más cercanas de la superficie de la piel por lo que este modo de empleo se utilizará sólo para las condiciones premalignas o malignas superficiales de tipo no melanoma . Este tipo de medicamento enrojece la zona donde se aplica, y la hace más sensible al sol, por lo que habrá que protegerla durante unas semanas del sol.

Si el cáncer se encuentra en una etapa avanzada se empleará la quimioterapia sistémica, es decir, aquella que llega a todas las partes del organismo.

Interferón

Mejora un tanto el pronóstico de los pacientes operados de melanoma, disminuyendo el riego de aparición de metástasis. Es un tratamiento inyectable, de duración en torno a un año y con un cierto número de efectos adversos, por lo que se suele reservar para los casos de melanoma de mayor riesgo, como aquellos más profundos o con afectación de los ganglios linfáticos.

Radioterapia

Consiste en el empleo de rayos de alta energía, como rayos X, para destruir o disminuir el número de células cancerosas. Es un tratamiento local. Se desarrolla a lo largo de unos días y el paciente va de forma ambulatoria a la clínica o sala donde se realice la radioterapia; no tiene que estar ingresado para ello.

En sí, el tratamiento dura unos minutos. No es doloroso sino que es algo parecido a una radiografía sólo que la radiación es mayor y está concentrada en la zona afectada.

La radioterapia se utiliza en este tipo de cáncer en aquellos pacientes que no pueden someterse a cirugía por su estado general, que las características de la lesión lo indiquen o como tratamiento paliativo o coadyuvante. En principio, las personas de edad muy avanzada pueden tener problemas para ser intervenidos quirúrgicamente. Así el segundo tratamiento de elección sería la radioterapia.

Este tratamiento puede curar aquellos tipos de cáncer que se encuentre en estadios precoces. También puede retrasar el crecimiento de aquellos tumores más avanzados.

La radioterapia también puede utilizarse como ayuda al tratamiento de cirugía. Tras ésta, y para asegurar que no se quede ninguna célula cancerosa, se somete al paciente a un tratamiento con radioterapia. También se puede utilizar para radiar las metástasis en otros órganos.

Terapia fotodinámica

Actualmente existe un nuevo tratamiento de sofisticado mecanismo para el tratamiento del cáncer de piel no melanoma. Se trata de aplicar un producto tópico, en forma de crema, que actúa como fotosensibilizador (el ácido aminolevulínico). Este producto es captado de modo específico por las células tumorales en unas dos o tres horas. Tras este tiempo se somete al paciente a una luz especial, de una longitud de onda determinada. Las células tumorales sensibilizadas por el ácido son destruidas cuando se iluminan durante unos minutos. Este procedimiento se debe repetir aproximadamente al cabo de un mes.

Está indicado para las queratosis actínicas, los carcinomas basocelulares superficiales y la enfermedad de Bowen (carcinoma escamoso in situ).