Trastornos vasculares del ojo

El glaucoma es la segunda causa de ceguera en el mundo occidental. Puede afectar a personas de cualquier edad o sexo. Sin embargo, es más frecuente entre las mujeres que en los varones y su incidencia aumenta a partir de los 40 años. En España, como en los países occidentales, afecta a un 3% de la población. Pero se calcula que sólo están diagnosticadas menos de la mitad de las personas afectadas: un 1%.

Hasta ahora se creía que el glaucoma consistía en la subida de la presión ocular y que esta hipertensión generaba progresivamente la atrofia del nervio óptico, el cual, una vez afectado, ya no se recuperaba y la ceguera era la consecuencia irreversible.

Los nuevos conocimientos adquiridos han obligado a revisar todos los conocimientos sobre el glaucoma y se han abierto distintas vías de investigación. Pero, en todos los casos, la enfermedad se cree relacionada con la circulación sanguínea, ya se trate de hipertensión, hipotensión o vasoespasmos; ya que, en todos los casos, se da una irrigación insuficiente del nervio óptico, con lo cual éste no está suficientemente oxigenado.