Cateterismo cardíaco

En cardiología existen muchos tests no cruentos que permiten hacer un diagnóstico y una valoración suficiente para tratar correctamente al paciente. En otros casos, solo podemos obtener información parcial y necesitamos de un estudio invasivo para completar el diagnóstico y decidir cual es el mejor tratamiento. Esto es particularmente cierto en pacientes con enfermedades coronarias (angina de pecho, infarto de miocardio, etc) donde la única forma de ver con exactitud el número, localización y severidad de las obstrucciones coronarias es mediante un cateterismo. Esta información es vital para decidir si un paciente requiere tratamiento médico, angioplastia con balón o cirugía de by pass aortocoronario.

Además de la información sobre las arterias coronarias, se obtiene información sobre las presiones dentro del corazón, la fuerza del corazón, y el estado de las válvulas.

Cada cateterismo puede variar según las características del paciente y el tipo de información que interesa obtener.

El cateterismo diagnóstico es un test cruento que implica la introducción de un cateter o tubo fino en un vaso sanguíneo y que por tanto debe realizarse en el hospital requieriendo un ingreso en general de 24 horas. El paciente debe estar en ayunas y recibe un tranquilizante antes de ser llevado al laboratorio. Antes del cateterismo se practicará un electrocardiograma y un análisis de sangre para comprobar la coagulación. El cateterismo que se emplea con mas frecuencia es la coronariografía o radiografía de las arterias coronarias. Se realiza en el laboratorio donde existe un aparato especial de rayos X y dura unos 30 minutos. Para ver las arterias coronarias hay que introducir en ellas un contraste radiológico líquido. Dicho contraste se inyecta a través de catéteres que son tubos finos y flexibles que se insertan por la ingle o el brazo que primero se anestesian localmente para no sentir ningún dolor. El cateter se introduce en una arteria y el operador usa el aparato de rayos X para manipular el cateter y ver en todo momento donde esta. Los pacientes no notan el cateter dentro del cuerpo aunque a veces pueden notar alguna palpitación o latido extraño del corazon. La mayoria de los pacientes se sienten fascinados de ver sus arterias en la pantalla. Durante el procedimiento tanto el ECG como la presión en la punta del cateter se monitorizan continuamente. Una vez que el cateter a llegado al origen de la arteria coronaria, se inyecta una pequeña cantidad de contraste radiológico y se obtiene video o cine de la arteria coronaria en movimiento. Alguna inyección de contraste puede causar una sensación de sofoco importante por todo el cuerpo que solo dura unos segundos pero el paciente siempre es advertido antes de que pase. Si durante el cateterismo usted notara síntomas de angina (opresión o dolor en el pecho) debe comunicárselo al operador aunque esto no necesariamente indica que algo va mal. Cuando se acaba el procedimiento se sacan los catéteres y se ejerce presión sobre el punto de entrada. Se suele colocar un vendaje compresivo hasta la mañana siguiente para evitar hematomas.

La coronariografía es seguida en casos seleccionados de una angioplastia que consiste en la introducción de un cateter especial con un balón en su extremo que una vez colocado en el lugar de una obstrucción se hincha para expandir el lugar obstruido de la arteria. En ocasiones es aconsejable colocar en ese lugar un stent o malla metálica circular que se introduce mediante un cateter de angioplastia y que mantiene el interior del vaso coronario abierto.

El riesgo de un cateterismo cardíaco es mínimo. La complicación mas frecuente es la de sufrir un hematoma en el lugar de la punción. Las posibilidades de sufrir un infarto son de 1/600 y por tanto solo se realiza si esta claramente indicado.