Diagnóstico y Tratamiento

¿Cómo se diagnostica?

  • Análisis de sangre y orina: puede poner de manifiesto algunas alteraciones asociadas a esta enfermedad, como por ejemplo la anemia o alteración de la función renal.
  • Ecografía renal: es una prueba inocua, para ver la estructura y anormalidades del riñón y vías urinarias. Se utilizan ultrasonidos.
  • Pielografía intravenosa (PIV): son radiografías con un contraste urinario para ver si hay obstrucciones en el sistema excretor urinario (riñones, uréteres y vejiga) por la presencia de un bulto o tumor.
  • Tomografía axial computerizada (TAC): son radiografías muy específicas del abdomen para ver todas las estructuras. La resonancia magnética nuclear es una prueba diagnóstica similar.
  • Biopsia: se trata de extirpar un trozo de tumor. El patólogo determinará si hay células cancerígenas o no. Sirve para confirmar el diagnóstico y poder plantear el tratamiento más adecuado.
¿Cuál es el tratamiento?

El cáncer de riñón puede curarse con una operación cuando está localizado (estadio I).

En estadios avanzados la cirugía puede ayudar a paliar los síntomas provocados por el tumor y, en algunos pacientes con poca enfermedad metastásica se puede obtener mayor supervivencia si se realiza exéresis del tumor y de las metástasis.

En la operación puede que se extirpe solo el riñón (nefrectomía simple) o que sea necesario extirpar los tejidos adyacentes (nefrectomía radical, que incluye el riñón, la glándula suprarrenal y los ganglios linfáticos).