Síndrome del intestino irritable

(Colon irritable): ¿Cuál es su incidencia?

El síndrome del intestino irritable (SII) o colon irritable es muy frecuente en España: se calcula que ente el 2,3 y el 12% de la población padece esta enfermedad. Es más frecuente en mujeres. Actualmente sabemos que el SII es la causa más habitual de consulta al médico de cabecera por dolor intestinal, y el diagnóstico más habitual en pacientes enviados al gastroenterólogo.

Síndrome del intestino irritableSíndrome del intestino irritableLa calidad de vida de estos pacientes se ve muy afectada ya que pueden ser incapaces de asistir a eventos sociales, salir por trabajo o hacer viajes.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas parecen ser debidos a una disfunción del intestino y por ello se dice que son "funcionales". Consisten en dolor abdominal, hábitos intestinales alterados y, de forma variable, otros síntomas como hinchazón o distensión abdominal visible, una sensación de evacuación incompleta y mucosidades en las heces. Es típico que el hábito intestinal sea irregular, a veces hay diarrea, otras estreñimiento o incluso puede variar del estreñimiento a la diarrea.

¿Cómo se realiza el diagnóstico?

El diagnóstico se basa en una minuciosa historia clínica. Es fundamental descartar otras enfermedades digestivas que puedan provocar síntomas similares. A diferencia de una enfermedad "orgánica", como la úlcera péptica, no existe una lesión estructural que cause los síntomas.

¿Qué funciona mal en el SII?

¿Es un defecto de la motilidad?

Durante mucho tiempo se ha creído que el SII es un trastorno de la motilidad. Ciertamente muchos pacientes tienen un tránsito intestinal anormal. En algunos, el tránsito es lento (estreñidos), en otros es rápido (diarrea) y en otros se alternan el estreñimiento y la diarrea. En consecuencia las heces tienden a variar de acuosas a caprinas y el horario de los movimientos intestinales tiende a ser irregular.

¿Es un trastorno dietético?

La dieta puede actuar como desencadenante de los síntomas en sujetos predispuestos a ello. El conocimiento del funcionamiento del intestino y un cambio en los hábitos dietéticos pueden mejorar su sintomatología.

¿Es una alteración en la sensibilidad?

Los pacientes presentan una mayor percepción a los estímulos "notan más", perciben como molestos o dolorosos estímulos que en sujetos sanos no les resultan dolorosos.

¿Es por problemas emocionales?

El estrés, los problemas sociales, familiares, laborales puede aumentar la sensibilidad. Puede ser útil aprender métodos de relajación y otras formas de reducir el estrés. La terapia de apoyo le ayudan a muchas personas a aliviar los síntomas.

¿Existe una interacción intestino-cerebro anómala?

Actualmente va progresando la idea de que la anormalidad en el SII es más sutil de lo que previamente se creía y que se localiza en una interacción desordenada entre el intestino y el cerebro de la persona. Esta teoría abarca tanto factores psicológicos como físicos y respeta la indivisibilidad entre la mente y el cuerpo. Esto correspondería al modelo biopsicosocial de la enfermedad que actualmente proponen muchos expertos.

¿Por haber padecido una gastroenteritis?

Aproximadamente el 10% de los pacientes que padecieron una gastroenteritis al año presentan síntomas de SII.

¿Cuál es el tratamiento?

El enfoque para los pacientes que padecen del síndrome del intestino irritable es multidisciplinario, ya que el tratamiento se basa en una adecuada terapia médica de apoyo, en la aplicación de medidas higiénico-dietéticas, farmacológicas y psicoterapéuticas.

Debido a que los síntomas del intestino irritable pueden ser muy diversos (en unos pacientes predomina el dolor, en otros la hinchazón abdominal y en algunos la diarrea o el estreñimiento) no existe un único tratamiento que sea eficaz en todos los casos.

Habitualmente se utilizan los espasmolíticos para tratar el dolor, determinados laxantes para mejorar el estreñimiento y fármacos como la loperamida o la resincolestiramina para evitar la diarrea. No obstante, en muchos casos no se consigue una mejoría completa y es necesario asociar otros tratamientos.

En la actualidad se sabe que la flora intestinal (microbiota) es fundamental para el buen control de los movimientos y la sensibilidad del colon. Determinados antibióticos selectivos son capaces de disminuir lo que podríamos llamar las "bacterias malas" mientras que ciertos probióticos ("bacterias buenas") tienen un efecto beneficioso.

En algunos casos hay que utilizar medicamentos que hacen que el intestino no sea tan sensible.

No es infrecuente que el apoyo psicológico contribuya a una mejoría de los síntomas y de la calidad de vida.