Coaching
El coaching es un proceso dinámico e interactivo de estar en relación y en conversación entre el coach y el cliente (coachee). En dichas conversaciones, el coach, utiliza una metodología basada en el método socrático: las preguntas, que ayudan al cliente a tener una mayor comprensión y conocimiento de sí mismo y de sus objetivos, explorando sus creencias, sus valores, sus fortalezas y limitaciones.
Fruto de esta exploración, el cliente se responsabiliza de sí mismo y de sus acciones y se compromete en un proceso de cambio y aprendizaje. Con este compromiso y el apoyo del coach, podrá movilizarse hacia el objetivo que desee y conseguirá desplegar todo su potencial.
"El verdadero coaching se basa en el deseo de que el otro crezca, de que el otro aumente su autoestima y se sienta más capaz de enfrentarse al mundo con fuerza, con solidez, con inteligencia y con conciencia de perseguir sus valores de una manera íntegra" (Fred Kofman).
El valor añadido de los psicólogos coaches es que utilizan una gama más amplia de técnicas y enfoques en los procesos de coaching. La coaching psychology incluye orientaciones y modelos de la psicología como, por ejemplo, los cognitivo-conductuales o los de la psicología positiva.

Coaching para la Salud

En el coaching para la salud, los métodos y herramientas del coaching se ponen específicamente al servicio de los objetivos de salud y bienestar del cliente.

Facilita que la persona con un problema de salud, crónico o no, pueda plantearse qué áreas de su salud deben mejorar (factores de riesgo, control de la enfermedad, tratamientos… ) pudiendo establecer una "hoja de ruta" que le ayude a afrontar mejor la enfermedad.

Para ello, se acompaña a la persona en el conocimiento de sus fortalezas y recursos, empoderándola para que pueda conseguir los objetivos que ella decida.

En general, los objetivos de cambio se dividen en dos tipos:

  1. Evitar algún hábito perjudicial.
  2. Conseguir incorporar acciones para la mejora de la salud y de la calidad de vida, fomentando su independencia en la toma de decisiones y en la recuperación del control sobre su vida.

Cabe resaltar que el coaching no es una alternativa a los tratamientos habituales, sino una metodología complementaria para promover medidas preventivas y controlar mejor las enfermedades crónicas. Facilita que la persona consiga sus objetivos de salud de una manera más eficaz y aumenta el cumplimiento de los tratamientos en estas enfermedades.

En definitiva, se trata de que el paciente se sienta más responsable y pase de «ser» un enfermo a «tener» una enfermedad controlable, dentro de las posibilidades.

Coaching y TDAH

El coaching para el TDAH ayuda a desarrollar estructuras, tanto internes como externas, procesos y enfoques prácticos necesarios para afrontar los retos de la vida cotidiana y sobresalir en aquellas áreas en que se presentan mayores fortalezas y talentos y conseguir así los propios objetivos.

El Coaching para el TDAH no pretende resolver las causas del problema sino que busca desarrollar estrategias para regularlo mejor. Está enfocado en la solución, no en el problema.

Durante el proceso de coaching, el coach, por ejemplo, puede:

a) Acompañar al cliente en la exploración y descubrimiento de:

      • Las características del trastorno que más frenan su desempeño.
      • Cuales son las áreas más afectadas y cuales quiere tratar de manera prioritaria.
      • Las creencias limitantes y obstáculos internos (pensamientos paralizantes donde la persona se sabotea constantemente) y externos.
      • Las emociones después de años de ser "etiquetadas" de manera negativa y maneras efectivas de modular sus respuestas emocionales.
      • Estrategias para lograr las metas que desea alcanzar.

b) Ayudarle a:

      • Mantenerse atento y centrado en sus objetivos, trasladándolos a acciones concretas, afrontando obstáculos y diseñando estrategias para hacer frente a las distracciones y así terminar en un plazo adecuado. Se podría hablar de que el coach actúa como un "Secretario ejecutivo de la atención".
      • Ser consciente de sus capacidades y de cómo enfocar sus metas desde esta perspectiva.
      • Señalar temas relacionados con el TDAH para ser tratados (Funciones Ejecutivas): manejo del tiempo, planificación y organización, funcionamiento más efectivo, etc.
      • Mantener la motivación y aprender a utilizar refuerzos positivos.
      • Aumentar las habilidades de autoconciencia y autoobservación para mejorar la toma de decisiones y de comportamiento.
      • Crear estructuras, habilidades y estrategias.

c) Animarle a buscar opciones que le conduzcan hacia su propio progreso para ser el protagonista de su propia vida.

d) Facilitarle una relación basada en el respeto, en la que no se emiten juicios y en la que se cree en su potencial, todo ello en un clima de apoyo y confidencialidad.