Trombosis arterial

La trombosis arterial o venosa es una enfermedad potencialmente grave por sus características que comportan un riesgo vital y, en particular, por sus consecuencias que dejan un lastre importante en las personas que la sufren. Sabemos, por ejemplo, que, en España, de embolia pulmonar, una de las consecuencias de una trombosis venosa, mueren al año, entre 10.000 y 20.000 personas.

Las estadísticas confirman que se dan unos 15 nuevos casos cada año por cada 10.000 habitantes, que se sumarán a la población ya afectada. Por lo que la prevalencia de las consecuencias de una trombosis venosa se sitúan en el 5% de la población.

La trombosis arterial afecta las arterias o circulación de salida del corazón, mientras que la venosa afecta las venas o circulación de retorno.

Las necropsias realizadas en los servicios de anatomía patológica de los hospitales franceses revelan que el 50% de los cadáveres que les llegan muestran signos de trombosis venosa .

Sin embargo, en España, nuestra sociedad no hace mucha prevención respecto de este riesgo. Y no sólo eso, sino que, después de un traumatismo llegado a urgencias de un hospital, éste no comporta, la mayoría de veces, un tratamiento preventivo para evitar esta complicacion, y muchos de estos traumatismos derivan en una trombosis. En este sentido, estudios realizados en Francia ponen de manifiesto que entre el 10 y el 20% de las trombosis surales (situadas debajo de la rodilla) se complican con una embolia si no son tratadas. Y muchos de los edemas post-traumáticos pueden dar lugar a trombosis. El 50% de las trombosis proximales (a nivel del muslo, y cadera), se complican con una embolia pulmonar si no cuentan con el tratamiento adecuado. Los estudios franceses antes aludidos concluyen que un tratamiento inadecuado basado en la anticoagulacion, sin un seguimiento evolutivo y personalizado del enfermo, tiene un riesgo de recidivas del 50%.

Asimismo se ha demostrado que en el 50% de los casos, el diagnóstico de trombosis es erróneo por exceso o por defecto como consecuencia de una inadecuada interpretación de las imágenes del Eco-Doppler (ecografía venosa o arterial) o la ausencia de éstos. Los estudios realizados abocan a que cualquier edema de pierna justifica un Eco-Doppler para probar la existencia o no de trombosis y encauzar el tratamiento preventivo en cada caso".

Estas consideraciones han llevado a varios países europeos, entre ellos, Italia, Francia y Suiza, a poner en marcha centros de atención especializados en trombosis que se han denominado SOS trombosis y que llevan en funcionamiento unos cinco años con excelentes resultados. Estos centros atienden todas las sospechas de enfermedad tromboembólica, tanto en carácter ambulatorio como con hospitalización, si es necesaria. Sin embargo, la mayor incidencia de estas instituciones se sitúa como derivación de muchas urgencias traumáticas que habitualmente no serían atendidas en este sentido. Por lo que estos centros trabajan en colaboración con los médicos de medicina general y con los traumatólogos haciendo controles de tratamiento anticoagulante en el mismo centro. Asimismo, este tipo de instituciones, en colaboración con la Sanidad Pública, imparten formación específica sobre la atención en el área de trombosis, a médicos y enfermeras, impulsando protocolos de diagnóstico y tratamientos homologados internacionalmente.

El Instituto de Angiología y Cirugía Vascular Sala Planell, hasta ahora ubicado en la Clínica Sagrada Familia, abre su consulta en el Centro Médico Teknon. Y, en este avanzada institución médico-hospitalaria barcelonesa, va a poner en marcha un Centro de Atención Especializada en trombosis.

La tromboflebitis = flebotrombosis

Son infecciones donde algunas venas se inflaman produciendo un estado febríl, síntomas de taquicardia y signos de impregnación tóxica.

Algunas flebitis producen en las piernas el aspecto blanco y frío. Otras veces el edema suele ser muy rojo y caliente.

Cuando la flebitis cura con defecto y quedan amplias estenosis, se establece el llamado síndrome de insuficiencia venosa postflebítica, parecida en su apariencia a el síndrome varicoso, pero que se diferencia por su mayor malignidad con lesiones cutáneas más frecuentes, eczemas, dolores y siempre la aparición de un edema importante.

Para su tratamiento es importante descansar con la pierna en alto durante la noche, el uso continuo de medias elásticas y una higiene meticulosa de los pies y de las piernas.