Varices

La patología venosa de miembros inferiores es hoy en día una de las patologías más prevalentes que podemos encontrar en la población general.

Las enfermedades venosas aparecen de forma aguda o se manifiestan igualmente de forma crónica. En la mayoría de ocasiones, la enfermedad aguda se cronifica y es por ello que podemos considerar que el paciente portador de esta patología va a ser ‘acompañado' por ella durante toda su vida, a pesar de que la profilaxis y el tratamiento puedan disminuir o en algunos casos hacer desaparecer temporalmente la sintomatología clínica. De esta manera, dejando aparte las manifestaciones agudas de la enfermedad (tromboflebitis, trombosis venosas profundas, varicoflebitis, etc), hacemos hincapié en el diagnóstico y tratamiento de todos los síntomas y signos que aparecen en lo que denominamos la insuficiencia venosa crónica (IVC).

La factura social que representa la patología venosa crónica (en forma de lo que llamamos secuelas postrombóticas) es muy elevada. Por ello, deberá considerarse por parte del médico que cualquier tratamiento farmacológico o quirúrgico que se lleve a cabo ha de guardar criterios de eficiencia económica, ya que serán terapéuticas en muchas ocasiones provisionales que tendrán posiblemente que repetirse en un futuro.

Cabría reseñar también que debido al carácter crónico de la enfermedad venosa, los pacientes, por iniciativa propia suelen automedicarse o como mínimo tomar la medicación en períodos de tiempo que no son los más indicados en cuanto a duración y estacionalidad. Es nuestra función vigilar que estas conductas sean las más apropiadas para lograr una mayor efectividad de los tratamientos.