Técnicas quirúrgicas para tratar la obesidad mórbida: Operaciones restrictivas

Las operaciones restrictivas funcionan disminuyendo el apetito y la cantidad de alimentos ingeridos y aumentando la sensación de saciedad. Genéricamente se consideran reducciones de estómago, aunque en la actualidad provocan una notable alteración neuroendocrina:

  • Banda gástrica ajustableBanda gástrica ajustable: colocación de un anillo de silicona ajustable desde el exterior a través de un pequeño dispositivo introducido debajo de la piel. Esta técnica permite minimizar la cantidad a tomar en cada comida de forma controlada.
  • Tubo gástrico (manga gástrica, sleeve gastrectomy): conversión del estómago, habitualmente con estructura y función de bolsa, en un tubo estrecho que modifica de forma radical la alimentación.

El tubo gástrico fue utilizado inicialmente como el componente restrictivo de la operación de cruce duodenal. En 2003, se empezó a utilizar para tratar pacientes de alto riesgo y gran sobrepeso con la idea de lograr una reducción inicial de peso que permitiera una segunda intervención con pretensión definitiva y de bajo riesgo. Fue así como se empezó a evaluar la eficacia de este tipo de cirugía al comprobar que la mayoría de los operados ya no necesitaban una segunda operación.

La técnica consiste en reducir la capacidad del estómago convirtiéndolo en un tubo, utilizando como molde una sonda tubular de uno 20mm de diámetro externo. El estómago sobrante se extirpa y no queda dentro del abdomen, como en otro tipo de operaciones, como la gastroplastia vertical anillada o el bypass gástrico. La operación incluye la extirpación definitiva de alrededor del 80% del estómago incluyendo una porción llamada fundus gástrico. Sin embargo, el estómago restante conserva íntegra su función por lo que, a diferencia de otras operaciones, los pacientes pueden hacer una digestión gástrica normal.

Manga o tubo gástricoEl mecanismo de acción de esta operación es, por una parte, automático, ya que un estómago pequeño permite comer cantidades mucho menores. Por otra parte, se ha comprobado que la desaparición del fundus gástrico y el vaciamiento rápido del estómago provocan cambios hormonales que disminuyen enormemente el apetito y aumentan la sensación de saciedad. Por consiguiente, los pacientes sometidos a esta operación experimentan una espectacular pérdida de apetito unida a una sensación de saciedad que aparece rápidamente. Todo ello modifica, de forma importante, el hábito normal del paciente. Las sensaciones de desgana y saciedad son muy intensas al principio y se suavizan progresivamente, a lo largo del primer año. La pérdida de peso inicialmente es muy rápida y dura aproximadamente un año. Los pacientes no necesitan hacer dieta puesto que su alimentación es regulada por su propio apetito y saciedad.

Esta operación no altera la absorción de los alimentos, por lo cual no provoca déficits de nutrientes, minerales o vitaminas, ni tampoco efectos adversos como diarreas. Pueden aparecer algunos efectos secundarios, como el acidez o el estreñimiento, que se tratan fácilmente con protección gástrica y laxantes.

La operación se practica bajo anestesia general y por vía laparoscópica, sin abrir el abdomen, con lo cual la recuperación física es muy rápida. Los pacientes permanecen ingresados entre dos y tres días, deben alimentarse con líquidos durante dos semanas y reanudan de forma progresiva una alimentacion normal. Su calidad de vida es extraordinariamente buena.

La gastrectomía tubular es aceptada de forma oficial y consensuada por las asociaciones de cirujanos bariátricos (IFSO, ASBS, SECO) como un procedimiento eficaz para tratar la obesidad mórbida y sus complicaciones. Esta técnica se aplica cada vez a más pacientes con escasas restricciones por edad, peso o enfermedades asociadas.

En nuestra consulta, creemos que acutalmente es la opción más equilibrada para tratar la obesidad mórbida por su eficacia y la disminución de los efectos secundarios.