¿Cuándo puede incorporarse a su vida habitual?

El paciente suele acompañarse de dos muletas durante las primeras 2 a 4 semanas tras la intervención, y una muleta entre 2 y 4 semanas más, y debe realizar los controles que le indique su especialista. Asimismo, puede ser necesario realizar ejercicios de rehabilitación para recuperar la máxima movilidad con o sin ayuda de un fisioterapeuta.

Transcurrido un año, los controles empezaran a ser anuales o bianuales, en función de las indicaciones del especialista.