Técnica del ganglio centinela

¿En qué consiste?

Esta técnica consiste en infiltrar antes de la cirugía el tumor de la mama con isótopos radioactivos para poder ver el drenaje linfático. Después se realiza una prueba radiológica llamada gammagrafía de la mama y la axila, y podemos visualizar perfectamente el ganglio centinela (el primer ganglio al que se dirige el tumor). Dicho ganglio deberá ser extirpado quirúrgicamente con una pequeña incisión para realizar un estudio anatomopatológico preoperatorio (durante la operación).

Cuando el análisis del ganglio centinela es negativo, procedemos a realizar la extirpación del tumor de la mama intentando ser lo suficientemente efectivos y, a la vez, guardar un criterio estético.

¿Qué ventajas tiene?

Esta técnica aporta múltiples ventajas al tratamiento quirúrgico del cáncer de mama, ya que permite individualizar el tratamiento para cada paciente.

Se evita la extirpación de toda la cadena ganglionar y, con ello, sus consecuencias negativas, como el linfedema. La idea es preservar el drenaje linfático normal de la axila.

El estudio anatomopatológico definitivo se realiza en los días siguientes a la intervención, para confirmar la ausencia de metástasis tumoral en el ganglio. En algunos casos, del 15 al 20%, el estudio posterior detecta la presencia de células tumorales en el ganglio centinela. En estos casos deberá realizarse una linfadenectomía en un nuevo acto quirúrgico.

El marcaje del tumor con isótopos radioactivos nos permite realizar una extirpación del tumor con más comodidad, detectando en el lecho tumoral en todo momento si queda algún resto de la enfermedad.