Ptosis

La Ptosis, o caída del párpado superior, puede comportar alteración del campo visual parcial o total.

Los pacientes con ptosis palpebral suelen tener dificultad para mantener los ojos abiertos y tienden a arquear las cejas para compensar la caída palpebral.

En el caso de que la patología se produzca en niños, estos pueden desarrollar ambliopía (ojo vago).

La ptosis adquirida puede ser de afectación unilateral, afectando un solo párpado, o bien bilateral, donde ambos párpados están afectados. La ptosis puede ser leve, si el margen palpebral tapa o se encuentra a la altura de la pupila, o bien severa, donde el párpado tapa la pupila y puede llegar a ocluir el eje visual.

En muchos casos, el paciente tiene tendencia a elevar las cejas para contrarrestar la caída del párpado y poder seguir viendo.

La cirugía de la ptosis es muy poco agresiva pero muy meticulosa y de alta precisión.

La cirugía se realiza de manera ambulatoria, bajo anestesia local, y tiene una duración aproximada de entre 15 y 20 minutos por lado. El objetivo de esta cirugía es una elevación del margen palpebral, un buen contorno del margen palpebral y una buena simetría con el otro lado.

Existen diferentes tipos de cirugías para la corrección de ptosis. La cirugía para tratar la ptosis variará según la causa y el grado de movilidad del músculo elevador del párpado

Las técnicas más habituales son:

  1. Reinserción de la aponeurosis del elevador
  2. Conjuntivo- Müllerectomia
  3. Resección del músculo elevador
  4. Técnicas de suspensión frontal

Será el especialista en Oftalmología y en oculoplastia quien decida, junto con el paciente, la mejor técnica a emplear según las características de su ptosis.