Rebeldía y trastorno desafiante

La rebeldía es una de las características de los adolescentes. Aparece cuando la forma de actuar, transita entre el desprecio y el no tener en cuenta los derechos de los demás, manifestando comportamientos no cooperativos, desafiantes, negativos, irritables y enojados hacia los padres, compañeros, maestros y otras personas en posición de autoridad.

Durante la adolescencia se está desarrollando su personalidad y puede ser que se muestre impulsivo, incapaz de planificar, irritable y hasta agresivo; esta agresividad puede ser física o verbal e incluso que utilice la mentira para salirse con la suya. Sin embargo, en el trastorno desafiante, estos síntomas ocurren de forma más frecuente e interfieren con el aprendizaje, el ajuste a la escuela y, algunas veces con las relaciones con los demás.

Cuando esta actitud perdura en el tiempo o se vuelve más exagerada puede acabar provocando consecuencias desagradables y difícilmente reparables. La persona corre el riesgo de convertirse en alguien irresponsable, incapaz de hacerse cargo de ella misma y de los demás, no pudiendo asumir ningún tipo de obligación.


Tratamiento
Cuanto antes se inicie el proceso terapéutico mejor será el resultado obtenido. Es importante ayudar a la persona a conectar con sus emociones para aprender a gestionarlas de forma adecuada, trabajar la empatía, la tolerancia a la frustración, los límites. Darle habilidades más efectivas de comunicación, resolución de conflictos y de control de la ira. De este modo se conseguirá alterar el patrón de comportamiento negativo y disminuir la interferencia del comportamiento negativista y desafiante en las relaciones interpersonales con los adultos y los compañeros, y en el ámbito escolar y social.