¿Cómo se diagnostican?

Dado que otras enfermedades pueden dar los mismos o parecidos síntomas, es obligado consultar a un especialista. Se debe realizar una exploración anorrectal para confirmar la existencia de las hemorroides y descartar patologías asociadas (fisura anal, condilomas, etc…). En la mayoría de los casos será preciso practicar una endoscopia para excluir otras causas de sangrado o dolor anal, en especial los tumores rectales (pólipos benignos, cáncer de recto) o enfermedades inflamatorias del intestino (enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa).