Toxina botulínica

La toxina botulínica, producto ampliamente utilizado por las estrellas, es en realidad un producto al alcance de todos, que si se usa con moderación, ofrece un resultado de rejuvenecimiento del rostro muy natural y armónico.

Con la toxina botulínica conseguimos borrar las arrugas de la frente y entrecejo, suavizar las "patas de gallo" y elevar sutilmente las cejas, consiguiendo con todo ello un aspecto mucho más joven, atractivo y fresco.

Su uso se emplea para disminuir las arrugas de expresión, producto de la expresión del rostro. Con el tratamiento se disminuye la actividad del músculo, inhibiendo temporalmente su contracción de manera que se relaja y esto atenúa la arruga resultante.

El material es una neurotoxina altamente purificada que se aplica siempre a dosis muy bajas, con lo cual nuestro organismo es capaz de reabsorberlo y, asimismo, no produce efectos nocivos.

El procedimiento consiste en introducir las gotas del producto a través de una aguja muy fina en el punto donde se desea eliminar la arruga. Mediante este procedimiento se consigue borrar las arrugas y mantener la expresión natural de la cara sin necesidad de aplicar cirugía.

La acción del producto se empieza a notar a los dos o tres días, y a los 15 días su efecto se manifiesta totalmente. La duración del efecto dependerá de cada paciente, siendo por lo general de entre 4-5 meses, después de los cuales los músculos vuelven a recuperar progresivamente su movimiento.