¿Qué sintomas sufre el paciente?

Los pacientes que se someten a un reemplazo de cadera sufren dolor en la zona afectada, que puede llegar a impedirles la realización regular de deporte o incluso caminar de forma continuada o subir escaleras.

Asimismo, también suelen sufrir una disminución de la movilidad de la cadera que puede impedirles realizar actividades ordinarias como atarse los cordones de los zapatos.