¿Cuál es la duración ideal de la lactancia materna?

Hoy en día está fuera de toda duda, entre los profesionales que velan por la salud infantil, que la leche materna es el alimento idóneo y más adecuado para satisfacer las necesidades nutricionales y propiciar un desarrollo físico y neurológico óptimo de los lactantes.

Las madres de la raza humana producen la leche más adecuada para la alimentación de los lactantes de su especie, como así lo hacen las madres de otros mamíferos para los suyos, siendo la composición de la leche materna diferente en cada uno de ellos.

Las presiones sociales y comerciales, sumadas a las pocas facilidades que la legislación laboral aporta al mantenimiento de la lactancia materna, son algunas de las causas que la hacen fracasar. Pero con toda seguridad la principal causa de fracaso en la lactancia materna es la poca o inadecuada información sobre la lactancia que reciben algunas madres, el desconocimiento sobre sus técnicas y de los mecanismos que influyen en la mayor o menor producción de leche por parte de la madre y la falta solución a los problemas que puedan surgir.

La leche materna, como alimento exclusivo, aporta como mínimo hasta los seis meses de vida, todos los nutrientes necesarios, y puede ser el único alimento que reciba el lactante dada su composición idónea en cuanto a la cantidad y calidad de sus proteínas, a la presencia de hidratos de carbono y otros productos que intervienen en una mejor respuesta inmunológica frente a las infecciones, y en cuanto a la presencia de ácidos grasos esenciales y otros nutrientes que intervienen, entre otros procesos, en el desarrollo de las funciones cerebrales.

Con todo, es cierto que, en los lactantes con alimentación materna exclusiva, pueden presentarse déficits de vitamina D y hierro, sobre todo en lactantes con bajo peso al nacer. Es por ello que se aconseja administrar suplementos de vitamina D a los lactantes con lactancia materna exclusiva y también hierro en caso de prematuridad. Aún así estos déficits no son argumentos suficientes para desaconsejar la lactancia materna exclusiva.

Ocasionalmente, la toma de medicamentos por parte de la madre requiere una supresión total o temporal de la lactancia, pero la decisión de continuar o no con ella, debe tomarse valorando cada caso de manera individual e informando al Pediatra de la medicación a tomar.

La alimentación del lactante exclusivamente con leche materna más allá de los seis-nueve meses también requiere la valoración particular de cada caso por parte del pediatra, a fin de evitar déficits en algunos nutrientes y conseguir un desarrollo óptimo del lactante.

La leche materna puede seguir aportando nutrientes y elementos esenciales más allá del primer año de vida, y es aconsejable mantenerla, aunque sea de forma parcial, el mayor tiempo posible.

Más allá de los factores nutricionales, la lactancia materna crea un vínculo entre madre e hijo que es único e irrepetible, y conviene crear el entorno adecuado para que ésta sea una experiencia siempre positiva.

En los casos en que, por factores personales, maternos, del lactante, por adopción o problemas sociolaborales insalvables, no pueda llevarse a cabo la lactancia materna, se ha de evitar caer en sentimientos de frustración y de culpabilidad por parte de la madre.

Dr. Jordi Sapena Grau - Unidad de Pediatria de Centro Médico Teknon