Artroscopia

¿Qué es la artroscopia?

La artoscopia es un tipo de técnica endoscópica que consta en la introducción de un tubo rígido (óptica) provisto de una cámara en una articulación y de instrumental de trabajo a través de mini incisiones que permiten el diagnóstico y tratamiento de las lesiones articulares.

¿Qué lesiones se pueden tratar?

Se pueden tratar lesiones meniscales, ligamentosas, capsulares y tendinosas y cartilaginosas de tipo agudas o degenerativas de rodilla, hombro, codo, muñeca, cadera, tobillo y pie.

¿Para qué pacientes está indicada la artroscopia?

Al ser una técnica mini invasiva, está indicada para cualquier tipo de paciente que no presente contraindicación quirúrgica asociada.

¿Cuál es el procedimiento de una artroscopia?

Requiere de valoración e indicación por un médico traumatólogo seguido de un estudio preoperatorio, ingreso ambulatorio o de un día de estancia en función del tipo de artroscopia en el centro, y seguimiento postoperatorio hasta el alta definitiva de entre 6 y 12 semanas habitualmente.

¿Para una artroscopia, necesitaré anestesia general?

La anestesia suele ser locorregional en rodilla, tobillo, pie, mano y codo o general habitualmente en cadera y hombro.

¿Existen posibles complicaciones?

Sí, las propias de cualquier cirugía, minimizándolas lo máximo posible gracias al ser una cirugía mínimamente invasiva y haber menor agresión de los tejidos.

¿Cuál es el tiempo de recuperación de una artroscopia?

Puede variar en función de la articulación y la patología, pero suele haber un periodo de entre 6 y 12 semanas que puede llegar 6 meses en función de la articulación y patología a tratar.

¿Después de una artroscopia se puede practicar deporte?

Habitualmente los pacientes que realizaban actividades deportivas anteriores a la lesión vuelven a la práctica deportiva una vez recuperada la funcionalidad y la musculatura de la articulación tratada.