Apnea del sueño

¿Qué es la apnea del sueño?

Ronquera y apnea1La apnea del sueño es una amenaza para la vida que es mucho más común de lo que la gente cree. La apnea es un desorden de la respiración que se caracteriza por una breve interrupción de la respiración durante el sueño. Hay dos tipos de apnea del sueño: la central y la obstructiva. La apnea central, que es la menos común, se da cuando el cerebro deja de enviar las señales apropiadas para que los músculos de la respiración inicien los movimientos respiratorios. La apnea obstructiva es mucho más común y se produce cuando el aire no fluye por la nariz o la boca del paciente, mientras continúan los esfuerzos para respirar. En una noche, el número de interrupciones respiratorias pueden llegar a ser entre 20 y 60 o más por hora. Estas interrupciones de la respiración van casi siempre acompañadas de ronquera entre los episodios de apnea, si bien no todo el que ronca mientras duerme padece de apnea. La apnea del sueño también se caracteriza por la sensación de ahogo. Las frecuentes interrupciones del sueño profundo y restaurador, provocan somnolencia durante el día y se puede asociar con los dolores de cabeza en el momento de levantarse. El diagnóstico y el tratamiento de la apnea del sueño es importante ya que puede ir asociada con taquicardias, presión arterial elevada, ataques de corazón y ataques fulminantes.

Ronquera y apnea2¿Quién padece de apnea del sueño?

La apnea del sueño se da en cualquier edad y sexo, pero es más común en el sexo masculino, si bien, a veces, es infradiagnosticada en el sexo femenino. Un 4% de los hombres de mediana edad y un 2% de las mujeres de mediana edad padecen apnea acompañada de somnolencia durante el día. Las personas que suelen padecer de apnea son aquellas que respiran con dificultad, tienen sobrepeso, son hipertensas o tienen alguna anormalidad en la nariz, cuello u otras partes de las vías respiratorias. La apnea del sueño, parece tener algún componente genético, ya que se observa en diferentes personas de la misma familia.

Apnea1¿Cuál es la causa de la apnea?

Algunos problemas estructurales y mecánicos localizados en las vías respiratorias causan las interrupciones de la respiración durante el sueño. En algunas personas, la apnea ocurre cuando los músculos del cuello y la lengua se relajan durante el sueño y bloquean parcialmente el paso del aire hacia los pulmones. Cuando los músculos del paladar blando se relajan y se encuentran con la base de la lengua y la úvula (popularmente conocida como la campanilla), la vía aérea se bloquea, haciendo la respiración más costosa y ruidosa, deteniendo la respiración. La apnea del sueño es frecuente también en personas obesas que, a causa de un exceso de tejido en las vías aéreas, estrechan el paso del aire. En una vía aérea estrecha, la persona continua haciendo esfuerzos para respirar, pero el aire no fluye fácilmente a través de la nariz o la boca. Esta circunstancia, desconocida para quién la padece, se convierte en una ronquera pesada, períodos de bloqueo de la respiración, y despertar frecuente, causando cambios súbitos entre el sueño profundo y el sueño ligero. La ingesta de alcohol y de somníferos incrementa la frecuencia y la duración de las pausas respiratorias en las personas que padecen apnea del sueño.

Apnea2¿Cómo se restablece la respiración normal durante el sueño?

Durante el suceso apneico, la persona no puede inspirar oxígeno y espirar el dióxido de carbono de la respiración, provocando una disminución del nivel de oxígeno y un incremento del dióxido de carbono en la sangre. Este hecho, alerta al cerebro para recuperar la respiración y hace que el paciente se despierte. Cada vez que se despierta, el cerebro envía una señal a los músculos de la respiración para que abra las vías respiratorias. Despertarse continuamente para recuperar la respiración impide al paciente el sueño profundo y reparador que necesita para descansar.

¿Cuáles son los efectos de la apnea del sueño?

Las serias alteraciones en los patrones normales del sueño, provocan que las personas que padecen apnea del sueño tengan frecuentes episodios de somnolencia durante el día y que afecten seriamente a su grado de concentración y actividad. Las consecuencias de la apnea del sueño van desde sentirse incómodo hasta ver su vida amenazada, incluyendo síntomas de depresión, irritabilidad, disfunciones sexuales, dificultades para aprender, problemas en la memoria y quedarse dormido en el trabajo, al teléfono o conduciendo un vehículo. Está demostrado que un 50% de pacientes con apnea del sueño padecen hipertensión arterial. El riesgo de un ataque al corazón y de una parada cardiaca se puede incrementar en las personas que padecen apnea del sueño.

¿Cuándo se puede sospechar que se padece apnea del sueño?

Para muchos pacientes con apnea del sueño, los miembros de la familia o las personas que duermen con él serán los primeros en sospechar que algo no va bien, principalmente por la ronquera y los esfuerzos para mantener la respiración. Los compañeros de trabajo o los amigos de la víctima de apnea notan que durante el día y en los momentos más inapropiados, como en la conducción, en una reunión, trabajando o en una conversación, se duerme. El paciente no sabe que padece el problema y no da crédito a lo que le dicen. Es importante que el paciente consulte a un médico para que evalúe el problema.

¿Cómo se diagnostica la apnea del sueño?

Además de los médicos de medicina general, otros especialistas están involucrados en el diagnóstico de la apnea del sueño: neumólogos, otorrinolaringólogos, y otros médicos reeducadores en las alteraciones del sueño. El diagnóstico de la apnea no es fácil a primera vista, ya que pueden haber diferentes razones para perturbar el sueño. Diversas pruebas están a disposición para evaluar y diagnosticar la apnea del sueño.

  • Polisomnografía. Es una prueba que registra las diferentes funciones del cuerpo durante el sueño, como la actividad eléctrica del cerebro, el movimiento de los ojos, la actividad muscular, las pulsaciones del corazón, el esfuerzo respiratorio, el flujo de aire, y los niveles de oxígeno en la sangre. Este test nos determina el diagnóstico de la apnea y su grado de severidad.

Tratamiento de la apnea del sueño

La terapia específica para la apnea del sueño se diseña a medida para cada paciente, basada en su historial médico, el reconocimiento médico, y los resultados de la polisomnografía. Los medicamentos, en general, no son efectivos para el tratamiento de la apnea del sueño. La administración de oxígeno puede resultar beneficiosa para determinados pacientes, pero no elimina la apnea ni la somnolencia diurna. Además, el papel del oxígeno en el tratamiento de la apnea es muy controvertido, y es difícil de predecir qué pacientes responderán bien. Es muy importante que la eficacia del tratamiento seleccionado esté contrastada y esto, habitualmente, nos lo da la polisomnografía.

  • Terapia de los hábitos. Los cambios en los hábitos de vida son una parte importante del programa de tratamiento, y en muchos de los casos, solamente los cambios de hábitos estodo lo que hay que hacer. El paciente debe evitar el consumo de alcohol, tabaco y las pastillas para dormir, que hacen que las vías aéreas se colapsen durante el sueño y se prolonguen los períodos de apnea. Las personas con sobrepeso obtendrán un beneficio si pierden unos kilos. Para la mayoría de los pacientes, perder un 10% de su peso puede reducir el número de sucesos apneicos. En algunos pacientes con una apnea moderada, las interrupciones de la respiración ocurren cuando duermen de cara arriba. En estos casos, usando cojines y otros dispositivos que ayuden a dormir de costado pueden ser muy útiles.
  • Terapia física o mecánica. La presión positiva de aire continuo (CPAP) es el tratamiento más común y eficaz para la apnea del sueño. El paciente se coloca una mascarilla encima de la nariz durante la noche, y la presión fuerza la entrada del aire a través de las fosas nasales. Esta presión se ajusta de manera que sea suficiente para prevenir el colapso de las vías respiratorias durante el sueño. La presión es constante y continua, y previene que las vías aéreas se cierren mientras se usa el aparato, pero los episodios de apnea vuelven si el CPAP se para o se coloca incorrectamente.
  • Cirugía. Algunos pacientes con apnea del sueño necesitan cirugía. Diversos procedimientos quirúrgicos se utilizan para incrementar el paso del aire de las vías respiratorias. Ninguno de ellos garantiza el éxito absoluto ni tampoco está exento de riesgos. Algunos de los procedimientos más comunes incluyen la extirpación de los adenoides y de las amígdalas (especialmente en los niños), pólipos nasales, algunos tejidos de la vía aérea y la corrección de deformidades estructurales, come el tabique nasal. Los pacientes jóvenes parece que son más beneficiados de estos procedimientos quirúrgicos que no los pacientes de más edad.
    • Uvulopalatofaringoplastia. Es una intervención quirúrgica destinada a eliminar el exceso de tejido de la parte posterior de la garganta (amígdalas, úvula y parte del paladar blando). El éxito de esta técnica depende del diagnóstico preciso para seleccionar esta técnica quirúrgica.
    • Uvulopalatoplastia asistida por láser. Es un procedimiento quirúrgico para eliminar la ronquera, si bien no se ha demostrado eficaz en la apnea del sueño. El láser se utiliza para eliminar el tejido de la parte posterior de la garganta. Como los procedimientos anteriores, pueden eliminar o reducir los ronquidos pero, por sí solos, no eliminan la apnea del sueño. La eliminación de la ronquera, síntoma primario de la apnea del sueño, puede comportar el riesgo de demorar un diagnóstico y el posible tratamiento de la apnea del sueño en aquellos pacientes que hayan elegido estas técnicas. Para identificar una posible apnea del sueño encubierta, los estudios del sueño son necesarios antes de practicar una cirugía.
    • Radiofrecuencia. La radiofrecuencia es el procedimiento para reducir el tamaño de algunas estructuras de la vía aérea como la úvula y la parte posterior de la lengua, las amígdalas, y el paladar blando.
    • Traqueotomía. La traqueotomía se utiliza en personas con un grado de apnea del sueño que ponga en peligro su vida. Un pequeño agujero practicado en la laringe permite la inserción de un tubo que está cerrado mientras el paciente está despierto y permite que la persona pueda hablar y respirar con toda normalidad. Se abre cuando se acuesta, y permite que el aire pase directamente a los pulmones, sin pasar por les vías aéreas superiores que se obstruyen cuando duerme. Es una medida altamente efectiva, pero se usa solamente en casos extremos y en raras ocasiones.
    • Otros procedimientos. En aquellos pacientes que la apnea del sueño proviene de deformidades en el maxilar inferior se pueden beneficiar de una reconstrucción quirúrgica. Finalmente, los procedimientos quirúrgicos para tratar la obesidad algunas veces se recomiendan para los pacientes con apnea del sueño, sobre todo con una obesidad mórbida.