Virus del Papiloma Humano (VPH)

En Europa, el cáncer de cuello uterino es la segunda neoplasia más frecuente (detrás del cáncer de mama) en mujeres jóvenes (15 a 44 años): cada 18 minutos muere una mujer por cáncer de cérvix.

Se ha demostrado que la infección persistente por un virus oncogénico, el VPH (virus papiloma humano) es responsable de más del 99% de los casos de cáncer de cérvix. Más de un 70% de los casos de cáncer de cérvix están causados por el VPH 16 y el VPH 18.

Desde la primera relación sexual y a lo largo de toda su vida sexual, la mujer puede infectarse con VPH. Los expertos aseguran que la mejor protección frente al cáncer de cuello uterino lo constituyen la vacunación y el cribado.

Vacunación

Protege frente a la infección con VPH 16 y VPH 18. Se indica para la prevención del cáncer de cérvix y la neoplasia intraepitelial de alto grado CIN II y CIN III, relacionados causalmente con los tipos 16 y 18 del VPH. Las indicaciones se basan en demostración de eficacia en mujeres de 15 a 25 años de edad y la inmunogenicidad de vacuna en niñas y mujeres de 10 a 25 años.

La vacunación no está indicada para tratar el cáncer de cuello de útero ni otras neoplasias o displasias. La vacuna no puede causar infección ya que no contiene material genético, contiene antígenos altamente purificados junto con adyuvante.

La vacuna se administra en 3 inyecciones intramusculares administradas a lo largo de 6 meses. Se observan anticuerpos a partir del primer mes. La administración, al ser intramuscular, debe hacerla personal competente. Debe tenerse especial precaución en personas con trombocitopenia o trastornos de la coagulación. No se recomienda la vacunación durante el embarazo.

Las reacciones adversas más frecuentes han sido dolor e hinchazón en el sitio de la inyección y fiebre y astenia.

Cribado y diagnóstico precoz

El cribado y el diagnóstico precoz permiten detectar lesiones en estadios tempranos e indicar las conductas y tratamientos adecuados para evitar su progresión.

Desde que en la década de los 50 se comenzara con la práctica de la citología como cribado poblacional, la incidencia del cáncer de cuello uterino ha disminuido drásticamente.

  • Citología: se toman muestras celulares de cérvix y endocérvix y fondo de saco
  • Colposcopia, vaginoscopia, vulvoscopia: con un sistema de lentes de aumento y mediante el uso de tinciones especiales se estudian los genitales femeninos en busca de lesiones que pueden biopsiarse
  • Cribado para VHP: se toman muestras del cérvix y se analiza la presencia de ADN viral

Existen diferentes recomendaciones acerca de los métodos de cribado de la patología cervical, según la región.

Recuerde siempre ir a su revisión anual. Está en sus manos protegerse. Estamos a su disposición.