Cirugía compleja de la aorta torácica

La aorta es la arteria principal del cuerpo humano y distribuye la sangre oxigenada por todos los órganos a través de sus ramas. La aorta se origina a la salida del ventrículo izquierdo, asciende por la parte anterior del tórax (aorta ascendente). Forma un arco en donde se originan las ramas de los brazos y la cabeza (arco aórtico), y finalmente desciende por la zona posterior del tórax hacia el diafragma y abdomen (aorta descendente). Ya en el abdomen se denomina aorta abdominal donde nutre a todas las vísceras abdominales, y finaliza en las ramas que llevan sangre a las extremidades inferiores. Las enfermedades más frecuentes de la aorta son los aneurismas y la disección aórtica.

Los aneurismas son dilataciones de la pared de la aorta que pueden ocurrir en cualquier segmento de la misma. Suelen ser asintomáticos, aunque pueden producir dolor si presentan complicaciones. Así, muchos aneurismas de la aorta se detectan durante evaluaciones generales realizadas por otros motivos. Los aneurismas de la aorta tienen indicación quirúrgica si el vaso se dilata hasta un cierto diámetro, o si el ritmo de dilatación es rápido. Si esto no ocurre los pacientes son evaluados periódicamente para detectar precozmente posibles crecimientos.

Con frecuencia los pacientes están alarmados porque se les dice que una dilatación es como una "bomba de relojería". Sin embargo, la simple presencia de una dilatación de la aorta no significa un peligro significativo para el paciente. Si un paciente tiene un aneurisma de la aorta que alcanza un cierto tamaño y/o se asocia a dolor o crecimiento rápido, es conveniente repararlo mediante una operación quirúrgica. Durante la operación, que usualmente se realiza con circulación extracorpórea, la aorta enferma se elimina y se sustituye por una prótesis vascular artificial.

En algunos casos de aneurisma de la aorta descendente y abdominal es posible aislar la aorta dilatada colocando una prótesis endoluminal (endoprótesis) a través de la arteria de la ingle. Esta técnica permite evitar una operación convencional.

En algunas aortas, frecuentemente dilatadas previamente, puede producirse una pequeña rotura de las capas más internas de la pared del vaso que permite la circulación de la sangre entre ellas. La sangre separa las capas creando dos luces de circulación, la original o verdadera y la falsa que fluye por el espaciado creado entre las capas. Este proceso, que se llama disección de aorta, crea unas paredes aórticas muy frágiles susceptibles de rotura. Cuando la disección de aorta se inicia en la aorta ascendente es importante proceder rápidamente con cirugía por su alto índice de complicaciones graves. Si la rotura se inicia en otras áreas y no aparecen complicaciones, es mejor tratar al paciente con medicación y observar su evolución.

En estos casos, durante la cirugía, se elimina la zona de rotura interna de la pared y se sustituye la aorta por una prótesis. Con frecuencia es necesario reparar la válvula aórtica, las arterias coronarias o las arterias que salen hacia los brazos o el cerebro.