Arritmias

La arritmia cardíaca es una alteración del ritmo cardíaco que se produce cuando la contracción entre aurículas y ventrículos se convierte en irregular y asincrónica.

Cuando la frecuencia cardíaca desciende por debajo de 60 lpm (latidos por minuto) hablamos de bradiarritmia. En caso de acompañarse de síntomas se valorará la implantación de un marcapasos cardíaco.

Cuando la frecuencia cardíaca aumenta por encima de 100 lpm hablamos de taquiarritmia. En caso de acompañarse de síntomas o presentar frecuencias muy rápidas puede requerir:

  • El uso de fármacos antiarrítmicos
  • La ablación por radiofrecuencia (procedimiento invasivo mediante el uso de catéter)
  • Implantación de un desfibrilador automático en aquellos pacientes con riesgo potencialmente mortal. Se trata de un marcapasos con capacidad de administrar descargas de energía desde el interior del corazón y puede detener arritmias que pongan en riesgo la vida.

Causas

  • El impulso cardíaco es generado adecuadamente
  • El impulso eléctrico se origina desde un foco ectópico
  • Las rutas de conducción eléctrica están alteradas

Por su origen se clasifican en:

  • Supraventriculares: se originan en las aurículas o nodo aurículo ventricular
  • Ventriculares: se originan en los ventrículos

Una arritmia puede presentarse en forma crónica (de carácter permanente) o paroxística (de forma intermitente).

Síntomas

Los síntomas que puede presentar una arritmia son palpitaciones, mareos, sincope o lipotimia, fatiga o dolor torácico.

Diagnóstico

  • Electrocardiograma. Es la prueba de referencia, aunque solo registra la actividad realizada en el momento de la exploración.
  • Holter de ECG. Registra la actividad cardíaca de 24 horas a 48 horas. Almacena la información en una cinta grabadora colocada en un dispositivo que el paciente llevará en forma de cinturón. Se trata de una exploración ambulatoria que no requiere ingreso hospitalario. Durante la prueba, el paciente realizará vida normal mientras el dispostivo registra la actividad cardíaca.
  • Holter implantable. Es un dispositivo de pequeño tamaño que se implanta bajo la piel mediante una sencilla intervención quirúrgica. Este diagnóstico se indica cuando las arritmias en estudio no son muy frecuentes y puede llevarse durante años.
  • Prueba de esfuerzo. Se emplea cuando se sospecha que la arritmia está inducida con el ejercicio físico.
  • Estudio Electrofisiológico. Es un procedimiento realizado para el estudio en profundidad del sistema de conducción cardíaco mediante un catéter introducido desde la vena femoral. Habitualmente requiere un ingreso hospitalario de 24 horas, realizado en una sala con medidas de esterilidad (no se trata de una intervención quirúrgica). Este procedimiento diagnóstico se reserva para aquellos casos en los que la arritmia cursa con síntomas graves y no se ha podido identificar con ninguna de las técnicas mencionadas, o cuando se sospecha de una taquicardia que pueda tener una solución terapéutica definitiva mediante la aplicación de radiofrecuencia (energía térmica aplicada a través del catéter en el foco responsable de la arritmia).