Trastorno de ansiedad

Ante una situación de estrés, las personas solemos tener una reacción leve y transitoria que no suele ser problemática. En los trastornos de ansiedad, en cambio, esta reacción persiste en el tiempo, es más intensa y puede ser desproporcionada a la situación o incluso mantenerse sin que exista ninguna situación aparentemente estresante.

Cuando es así, las manifestaciones de la ansiedad (a nivel cognitivo, conductual y fisiológico) interfieren de manera significativa en la vida de quien las padece, conllevando un alto grado de sufrimiento y con tendencia a empeorar si no se tratan.

Los síntomas más característicos de la ansiedad son:

  • A nivel cognitivo: preocupación, temor, miedo a perder el control, pensamientos negativos sobre uno mismo, anticipación de peligro, dudas, etc.
  • A nivel conductual o motor: evitación de las situaciones temidas, conductas de seguridad como por ejemplo salir de casa solamente si se lleva medicación o no distanciarse más de 200 metros de un lugar considerado "seguro" (la propia casa, una farmacia, un hospital, etc.), intranquilidad motora (movimientos repetitivos, rascarse, etc.).
  • A nivel fisiológico: tensión muscular, incapacidad para relajarse, falta de aire, opresión precordial, embotamiento mental, temblor, palpitaciones, sudoración, etc.

Los trastornos de ansiedad afectan a millones de personas en todo el mundo. En la actualidad existen terapias eficaces para su tratamiento, tanto a nivel psicofarmacológico como psicológico. Cada día la investigación científica desarrolla nuevos tratamientos que pueden ayudar a mejorar la sintomatología y la calidad de vida de las personas que los padecen.

Cada trastorno de ansiedad tiene diferentes síntomas, pero todos se agrupan alrededor de un temor irracional y excesivo.

Trastornos de ansiedad:

  • Fobia social o trastorno de ansiedad
  • Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG)
  • Crisis de angustia