Estrés

El estrés es el proceso que se pone en marcha cuando existe un desequilibrio entre la demanda ambiental y los recursos de afrontamiento de la persona. El individuo, fruto de este desequilibrio, experimenta una respuesta psicológica conductual y fisiológica para adaptarse a la situación o acontecimiento amenazante.

Constantemente utilizamos recursos psicológicos para poder adaptarnos y dar respuesta a los cambios que nos va ofreciendo el entorno, por lo tanto cierta cantidad de estrés es necesario y positivo para la supervivencia y evolución del sujeto, éste es conocido como euestrés o estrés positivo. El distrés o estrés negativo no distingue de edad ni sexo y es el que de manera habitual la gente asocia a la palabra estrés. Éste aparece cuando la vivencia estresante se intensifica o se prolonga en el tiempo y la respuesta psicofisiológica adaptativa fracasa desarrollándose de manera secundaria un conjunto de síntomas que denominamos indicadores de estrés que provocan importantes alteraciones en el ámbito personal, relacional, profesional y de salud. El distrés nos desequilibra y neutraliza los recursos adaptativos que disponemos.


Causas del estrés:
Las más frecuentes atendidas en nuestra consulta las dividiremos en 2 grupos: causas de origen psicológico y otras de origen ambiental, aunque el estrés se desarrolla de la combinación de ambas causas en mayor o menor medida. Las enfermedades que cursan con fatiga y dolor, alteraciones hormonales, los problemas de pareja, los retos laborales, sufrir una grave enfermedad, cambios de rutina y la feroz competitividad son otras de las causas que atendemos frecuentemente.


Diagnóstico del estrés.
Sabremos que una persona sufre estrés gracias a la aparición de los distintos indicadores de estrés.

Neuroendocrinos: Ante estímulos que generen alarma o amenaza para el individuo, el organismo reacciona a través de la activación del sistema nervioso simpático preparándolo para la lucha o huida de la amenaza. Dicha reacción es adaptativa y permite que el individuo tenga herramientas para su supervivencia vital. Cuando dicha activación se hace crónica supondrá unas consecuencias tremendamente negativas para la salud de la persona. Destacar que hay sistemas como el inmunológico que debido al estrés pueden verse reducida su actividad.

Psicofisiológicos: Taquicardia, Hipertensión, bradicardia.

Psicológicos: Emocionales: Ansiedad, distintos tipos en función de la gravedad: leve, moderada, severa y pánico. El nivel de percepción, aprendizaje y capacidad productiva van disminuyendo en función del grado. Miedo, ira y depresión. Somáticas: la fatiga, el insomnio, el temblor y dolores de distinto tipo. Cognitivas: Pérdida de memoria, indecisión, olvidos frecuentes, aceleración mental, bloqueo mental. Comportamentales: trastornos de la conducta alimentaria, inquietud psicomotriz, beber y fumar más de lo habitual, risa nerviosa y morderse las uñas entre otros.

Los indicadores emocionales y somáticos están estrechamente interrelacionados y con frecuencia son, unos causa de los otros. Por ejemplo, en el caso de la ansiedad parece que se relaciona más con un estado de estrés temporal y la depresión con uno crónico.


Manejo del estrés
Teniendo en cuenta que la mejor terapia para el estrés es la prevención, en PsiquiaTEK creemos que para afrontar de manera adecuada el tratamiento del estrés hemos de entender el contexto bio-psico-social del paciente para poder elaborar un plan terapéutico individualizado. Una historia clínica exhaustiva, pruebas psicométricas y una evaluación psicopatológica a cargo de un especialista en salud mental (psiquiatra/psicólogo) nos permitirán realizar un diagnóstico preciso y proceder a realizar un plan de tratamiento personalizado.