El adolescente y su cuerpo

Todos los cambios y transformaciones que se producen en el cuerpo de los adolescentes ponen en cuestión la imagen del cuerpo que el niño y también sus padres habían construido progresivamente.

En este sentido debemos tener en cuenta tres ejes relacionados con el cuerpo que son muy importantes en la adolescencia y que pueden provocar trastornos psicológicos:

El esquema corporal: las modificaciones puberales van acompañadas de una modificación del esquema corporal. Los adolescentes tienen que ir acostumbrándose a los cambios y transformaciones que se van produciendo en su cuerpo lo que hace que algunas veces sean más patosos, controlen menos su fuerza o sus movimientos.

La imagen del cuerpo: ésta también debe ir cambiando y modificándose en el adolescente por ello no es de extrañar que muchos adolescentes tengan frecuentes incertidumbres sobre su imagen corporal, por ejemplo tener una imagen distorsionada de alguna parte de su cuerpo, tener crisis hipocondríacas o incluso sensación de extrañeza y de no reconocimiento al mirarse en el espejo.

El cuerpo social: para el adolescente el grupo y los amigos son muy importantes, por ello no para de preguntarse y de preguntar para saber "si es normal" y "qué piensan los otros". Dándose al mismo tiempo una paradoja, por un lado el adolescente busca y necesita ser diferente de los demás y por otro lado busca un parecido que le da seguridad con los otros.

Por tanto durante la adolescencia hay que estar atentos a todos los trastornos que giran alrededor del cuerpo como:

las perturbaciones en la conducta alimentaria (hambre intensa, crisis de bulimia, picar entre horas, reducción alimentaria, obesidad, anorexia).
Las alteraciones del sueño (insomnio, parasomnias, hipersomnias, sonambulismo, terrores nocturnos, pesadillas, bruxismo, despertar confusional).


Tratamiento
Los tratamientos de los trastornos donde el cuerpo tiene una importancia central, se recomienda el trabajo multidisciplinar entre psicólogo, psiquiatra y en lo que se refiere a los trastornos de la alimentación la figura de un nutricionista puede estar áltamente recomendada.