Trastorno bipolar

Es una enfermedad caracterizada por la presencia de una o más fases de euforia (niveles anormalmente elevados de energía y estado de ánimo) que suelen alternarse con fases depresivas.

El trastorno bipolar junto con los trastornos depresivos recurrentes constituyen un conjunto amplio de problemas de salud que se caracterizan por diversas formas de inestabilidad emocional, con diversos grados de intensidad y frecuencia. En los periodos depresivos podemos experimentar una prolongada sensación de profunda pérdida de intereses, falta de energía y motivaciones. La emoción principal, más allá de una profunda tristeza, se caracteriza por una ausencia de sentimientos y una pérdida de nuestra capacidad de emocionarnos. Podemos sentirnos pesados y fatigados, como si el cuerpo fuera una carga. En casos más severos podemos experimentar ideas poco razonables de culpa, ruina o de que tenemos una enfermedad incurable, así como ideas de querer desaparecer.

En los trastornos bipolares encontramos asimismo periodos prolongados de euforia excesiva, en los que nos enfrascamos en proyectos arriesgados sin las precauciones necesarias, nos sentimos capaces de cualquier cosa, rompemos con relaciones significativas para perseguir cualquier aventura amorosa, nos gastamos sumas de dinero excesivas. Estos episodios pueden llevarnos a tener importantes problemas legales, laborales, sociales o familiares.

El motivo de su aparición es por la suma de varios factores: genético-familiares,biológicos (alteraciones en neurotransmisores, hormonas, etc.) y factores ambientales variados.

Su tratamiento se fundamenta en dos tipos de actuaciones: farmacológica en las fases agudas tanto maníacas como depresivas y, en una segunda etapa es tan importante la actuación psicofarmacológica como psicoterapéutica (pautas psicoeducativas) que permitirán en caso de cumplirse los dos requisitos el desarrollo vital con casi total normalidad.