Aquablation (Hidroablación robótica de la próstata)

La técnica de Aquablation o hidroablación prostática robótica consiste en la ablación del adenoma prostático mediante un chorro de agua (suero fisiológico) a temperatura ambiente a una presión elevada que alcanza una velocidad muy similar a la del sonido. Todo el proceso se hace empleando un sistema robótico guiado por ecografía en tiempo real. El chorro del agua logra una destrucción inmediata del tejido prostático.

Se indica en el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata (HBP) y puede emplearse independientemente de la edad y del tamaño prostático.

La tecnología del sistema AquabeamEste enlace se abrirá en una ventana nueva proviene de la misión marte de la NASA que emplearon el poder del agua a alta presión como un láser para cortar todo tipo de materiales. Posteriormente, se creó la compañía PROCEPT BioRobotics Este enlace se abrirá en una ventana nuevacon sede en California con el objetivo de desarrollar este tipo de tecnología robótica para el tratamiento de la HBP.

Está técnica fue aprobada por la FDA (Food and Drug Administration) en Estados Unidos en Diciembre de 2017.


técnica Aquablation en Barcelonatécnica Aquablation en BarcelonaEl Dr. Enrique Rijo ha sido pionero de la técnica Aquablation en Barcelona en Abril de 2018 y actualmente es el único cirujano que realiza dicha técnica en España, contando con la mayor experiencia a nivel nacional.


Recientemente en el Congreso Americano de Urología en Chicago (Mayo de 2018), la junta directiva de la American Urological Association (AUA) ha incluido la técnica de Aquablation en sus guías como recomendación para el tratamiento quirúrgico de los síntomas del tracto urinario inferior secundarios a HBP.

Tiene muchas ventajas, ya que resulta un procedimiento mínimamente invasivo que se realiza vía transuretral, no requiriendo ningún tipo de incisión quirúrgica. Permite una gran precisión al tratarse de un procedimiento totalmente robotizado, lo cual minimiza el error humano, al tiempo que preserva las estructuras anatómicas responsables de la función eréctil y de la continencia urinaria. Dada su exactitud milimétrica y el tipo de energía empleada (agua a temperatura ambiente), no se produce ningún daño térmico de estructuras vecinas a diferencia de algunas cirugías clásicas, lo que ayuda a preservar la eyaculación anterógrada en 9 de cada 10 casos.

Se trata de un proceso quirúrgico robótico en el que el cirujano previamente planifica la intervención de forma personalizada empleando las imágenes de la visión de un cistoscopio y de un ecógrafo que van acoplados a dos brazos mecánicos, uno de ellos se acopla a un sistema electromagnético robotizado el cual a través de una bomba genera una presión de agua muy elevada que nos permite eliminar adenoma prostático con una gran precisión y velocidad (el tiempo de resección medio es de 2-6 minutos, independientemente del tamaño de la próstata).

La duración promedio de la intervención incluyendo el tiempo de planificación es de entre 15 y 35 minutos.

Resumen de las ventajas de la técnica de Aquablation:

  • Aporta un elevado nivel de precisión al tratarse de un procedimiento totalmente robotizado, lo cual minimiza el error humano.
  • Técnica independiente del volumen prostático (permite tratar todos los tamaños de próstata sin límite).
  • Se lleva a cabo en un corto tiempo quirúrgico, con un tiempo de resección de media de 3-6 minutos independiente del volumen prostático.
  • Los resultados son predecibles ya que es un procedimiento de ejecución robótica guiado por ecografía en tiempo real.
  • Preserva las estructuras anatómicas responsables de la función eréctil y de la continencia urinaria, evitando la impotencia sexual y la incontinencia urinaria definitiva.
  • Emplea el agua (suero fisiológico) a temperatura ambiente, por lo tanto, no produce ningún daño térmico y la recuperación es un poco más rápida que con otras técnicas que emplean fuentes de energía térmicas.
  • Preserva la eyaculación anterógrada en 9 de cada 10 casos
  • Anestesia intradural.
  • Hospitalización muy corta (media de 24-48 horas) recibiendo el alta médica sin sonda vesical en más del 90% de los casos.
  • Mejoría rápida de los síntomas urinarios con una rápida recuperación y reincorporación a la vida cotidiana.

Tras la intervención pueden aparecer algunas molestias debido a la inflamación, en todo caso transitorias.

Este procedimiento se desaconseja en pacientes en tratamiento anticoagulante o antiagregante, no es una contraindicación absoluta, pero en estos pacientes se debe suspender temporalmente el tratamiento y existe un mayor riesgo de sangrado.