Endometriosis

La endometriosis es un proceso benigno que consiste en el crecimiento de células endometriales, que normalmente están ubicadas en la cavidad endometrial uterina (capa más interna del útero) o en otras localizaciones (peritoneo, ovarios, tabique recto-vaginal, vejiga, intestino, etc.).

La endometriosis afecta a un gran número de mujeres, puede no provocar síntomas (la sintomatología no se relaciona necesariamente con su extensión o localización), pero altera significativamente la calidad de vida de quienes se ven afectadas por endometriosis. Los principales síntomas son los dolores pélvicos, el dolor durante la menstruación (dismenorrea) y el dolor durante el coito (disparéunia). Un porcentaje importante de las pacientes con endometriosis presenta esterilidad, independientemente del grado de afectación o extensión.

El diagnóstico se realiza mediante:

  • La historia clínica: dolores abdominales relacionados con el ciclo menstrual, o hemorragias cíclicas atípicas como la sangre en la orina (hematuria) o el sangrado a través del recto (rectorragia);
  • La exploración (palpación de masas pélvicas, zonas de fibrosis);
  • O con técnicas complementarias como la ecografía transvaginal (que permitirá la visualización de quistes densos intraováricos, o nódulos retrouterinos). Así mismo la resonancia magnética pélvica puede ser de utilidad en caso de nódulos de tabique rectovaginal (aunque no siempre permite delimitarlos). Un factor importante será la experiencia del radiólogo y la comunicación con el ginecólogo.

El diagnóstico de certeza no lo obtendremos hasta la realización de una laparoscopia diagnóstica cuidadosa y la obtención de biopsias.

La endometriosis es crónica y de causa real todavía no conocida. En su fisiopatología influyen factores hormonales, anatómicos, genéticos, inmunitarios e inflamatorios. Por ello su tratamiento actual se basa en la mejoría de los síntomas y en la erradicación de las lesiones que ocasiona, cuando sea preciso.

El tratamiento médico supresor puede mejorar la sintomatología dolorosa, pero la recurrencia al dejarlo es muy alta. Así mismo tras la cirugía conservadora hay una rápida mejoría de la sintomatología, pero también con una alta tasa de recurrencia. No debemos olvidar que la cirugía puede dañar el ovario, reduciendo su reserva folicular. Por todo ello cada caso deberá ser evaluado de forma personalizada, y elegir la conducta más adecuada.