Cirugía para enfermedad de las arterias coronarias

Cirugía para enfermedad de las arterias coronariasCirugía para enfermedad de las arterias coronariasLa mayoría de las personas a los que se les indica cirugía cardíaca tienen problemas valvulares o de sus arterias coronarias. Un porcentaje menor tienen problemas de nacimiento.

Las arterias coronarias son los vasos sanguíneos que llevan sangre (energía y oxígeno) al miocardio o músculo del corazón. Estas arterias pueden estrecharse por el crecimiento de placas ricas en grasa en su interior. Cuando este estrechamiento, también llamado estenosis, es importante aparece dolor en el pecho especialmente durante el ejercicio. A este dolor se le denomina angina de pecho. Si la estenosis es crítica o la arteria esta totalmente obstruida, la falta de riego sanguíneo hace que la zona de miocardio regada por esta arteria se muera o, lo que es lo mismo, que sufra un infarto de miocardio.

Con las intervenciones de by pass o revascularización aortocoronaria, se consigue mejorar el riego sanguíneo mas allá del lugar de la obstrucción. Esto se realiza ya sea mediante un injerto venoso que se coloca entre la aorta y la arteria coronaria o empalmando otra arteria a la arteria coronaria (p.e. arteria mamaria). Se intentan colocar tantos injertos como arterias coronarias se encuentren afectadas. El cirujano obtiene los injertos venosos principalmente de las venas de las piernas que puede retirarse sin interferir con la salud de la pierna. Durante la intervención es necesario parar el corazón y el flujo de sangre a través de él y de los pulmones. Durante este período de tiempo el equipo quirúrgico emplea una máquina de derivación cardio-pulmonar que se encarga de bombear lo que bombeaba el corazón y oxigenar lo que oxigenaban los pulmones.

El riesgo de la intervención es del 1 al 2% aunque para pacientes que han sufrido infartos previos estas cifras son mayores. Alrededor del 85% de los pacientes notaran un alivio inmediato y duradero de sus síntomas, y el resto notaran una mejoría. En una proporción de alrededor del 5% de pacientes por año, el dolor puede volver por progresión de la enfermedad nativa o obstrucción de algún injerto.

Existen otras técnicas de revascularización coronaria que no precisan abrir el torax ni anestesia general. La mas popular de dichas técnicas es la angioplastia coronaria con balon que consiste en la introducción a través de una arteria de la ingle o del brazo de un cateter fino con un balon en la punta que se avanza hasta la zona de estrechez en la arteria coronaria. En ese lugar el balon se hincha a alta presión expandiendo la arteria. En algunas ocasiones se emplea un stent que es como un muelle de metal que se expande con el balón. Esto reduce la posibilidad de que la arteria se vuelva a estrechar. Todo ello se realiza con anestesia local. No todos los pacientes son buenos candidatos para esta técnica y es el cardiólogo junto con el cirujano quien decide cual es el mejor procedimiento para cada paciente.