Protección solar y cáncer de piel

¿Cómo incide el sol en el cáncer de piel?

La prevalencia del cáncer de piel ha aumentado en los últimos años puesto que existe una mayor exposición al sol y la esperanza de vida es más elevada. De forma directa, el sol puede provocar quemadas y alteraciones cutáneas, y de forma indirecta, a través de los radicales libres, puede inducir en el cáncer de piel.

Es importante que acuda, al menos en una ocasión, a la consulta de un dermatólogo para que examine las manchas, pecas o lunares de su piel.

¿Cuál es el tratamiento del cáncer de piel?

Ante una mínima irregularidad (la aparición de una pápula, un nódulo, una mancha o una lesión de la piel que aparece de nuevo o que cambia de forma o color) es importante que acuda a su dermatólogo.

A través de un examen cutáneo, el especialista determinará si es necesario analizar y biopsiar la lesión cutánea para tener más información y poder recomendarle el tratamiento más adecuado.

¿Cómo se puede prevenir el cáncer de piel?

Uno de los ejes fundamentales para prevenir el cáncer de piel es tomar el sol con moderación. Ante una exposición solar es importante llevar una protección solar alta, para rayos ultravioletas A y B.

La crema solar debe aplicarse de forma generosa media hora antes de la exposición solar, reaplicando cuando la exposición sea prolongada y debe evitarse la franja solar del mediodía (12-16h).

La protección solar en los niños es fundamental. En los bebés menores de 3 años debe evitarse la exposición directa al sol; en caso que se expongan, debe protegerse su piel preferiblemente con ropa, y utilizar un filtro físico especial para su tipo de piel.