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Videojuegos, ocio y familia durante las vacaciones de verano

Las vacaciones de verano representan un cambio drástico de rutinas y horarios respecto a la temporada escolar. Obligaciones y responsabilidades se flexibilizan y el tiempo para el ocio es mucho más amplio.

Durante los últimos años, el uso de videojuegos se ha extendido a múltiples plataformas: videoconsolas, tablets, smartphones, ordenadores…, y la existencia de Wifi en cualquier parte pone al alcance de los pequeños poder jugar en cualquier lugar y en cualquier momento. Hemos preguntado al psiquiatra infantil y adolescente Jordi Sassot y al psicólogo clínico infantil y adolescente Cristian Toribio cómo debemos abordar el uso de videojuegos en niños y adolescentes en esta época del año y cómo estos pueden influir en su salud.

Niños jugando a videojuegosNiños jugando a videojuegos


En las últimas décadas lo que llamamos primer mundo se ha sumergido en un conjunto de cambios respecto a la manera de vivir y relacionarnos. El rápido desarrollo de la ciencia y la tecnología afecta prácticamente a todos los aspectos que sustentan la vida diaria de nuestros niños y adolescentes.


Así, los smartphones han cambiado cómo nos comunicamos; la llegada de los videojuegos cómo nos divertimos y el ordenador e Internet cómo aprendemos, por ejemplo. En definitiva, estamos situados en el centro de un gran cambio que afecta a todas las esferas de la vida tal y como se conocía hace unos años y esto conlleva nuevas problemáticas que probablemente son diferentes (al menos en apariencia) de lo que en un pasado se consideraba problemático. Pero lejos de desear que vuelva el antiguo estilo de ocio y diversión o el antiguo estilo de comunicación entre personas, hay que asumir que las nuevas tecnologías han llegado para quedarse. Volver atrás no es una opción. La responsabilidad de cómo nos comunicamos o cómo nos divertimos no cae sobre las nuevas tecnologías, sino en el uso que hacemos de estas. Para padres y madres informarse sobre ellas y conocerlas es una tarea imprescindible para ayudar a nuestros hijos a utilizarlas de la manera más saludable.


En el presente artículo queremos centrarnos en el uso de los videojuegos en los niños durante la temporada de verano. En este sentido, las vacaciones de verano representan un cambio drástico en cuanto a rutinas y horarios respecto a la temporada escolar, así como obligaciones y responsabilidades, lo que es lógico y necesario. Pero una cierta liberación de obligaciones y responsabilidades no debe confundirse con el descontrol ni el abuso de una sola manera de divertirse. Por tanto, la pauta que debe prevalecer constantemente durante el verano es diversificar: centrarnos en una sola actividad, una única manera de divertirnos o un solo espacio, no es lo mejor sino todo lo contrario: puede ser perjudicial. Por lo tanto, en verano deben continuar existiendo límites, ciertas rutinas y diversidad de actividades de ocio.


El tiempo libre, tan característico de las vacaciones de verano, puede implicar que los niños abusen o utilicen un tiempo excesivo los videojuegos. Esto es perjudicial cuando afecta otras áreas de la vida cotidiana o causa problemas en la dinámica familiar.

  • aislamiento
  • desconexión del entorno
  • falta de actividad física
  • falta de interacción social
  • irritabilidad
  • sensación de necesidad asociada al juego
  • conducta evasiva

Es necesario evitar y prevenir este tipo de conductas que pueden ir de la mano de los videojuegos a través de límites, control y guía de las figuras parentales, para evitar que deriven en posibles adicciones a los videojuegos.


Recomendaciones para acompañar y guiar en el uso de los videojuegos a los niños

  • Fomenta la realización de otras actividades
  • Limitar el número de horas de videojuegos
  • Procurar que el espacio donde se juega esté en un lugar visible de la casa
  • Pacta unas normas de uso. ofrece la posibilidad y confianza de que el pacto y las horas serán negociadas y sin excesiva supervisión; pero se debe asumir que el incumplimiento de las normas supondrá una limitación taxativa

Existen herramientas al alcance de los padres en la gran mayoría de consolas y sistemas operativos de los ordenadores para ejercer el llamado "control parental". Es posible configurar ordenadores, smartphones, tablets, consolas, etc. para restringir el número de horas de uso y los tipos de juegos. Con esta posibilidad sobre la mesa habrá que negociar las normas de uso, siempre hablando de forma anticipada y teniendo en cuenta los consejos que antes hemos descrito.


Hay que hacer fácil lo que se puede convertir en un problema mucho más complicado.

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