Cirugía cardíaca

La Cirugía Cardiaca es la especialidad de la medicina dedicada al diagnóstico, tratamiento y cuidado de los pacientes con enfermedades cardiacas que precisan tratamiento quirúrgico. Muchas operaciones del corazón se realizan con el corazón latiendo y funcionando, pero en la mayoría de los casos es necesario parar el corazón para poder realizar un procedimiento adecuado. Esto no sería posible si no se dispusiera de tecnología que proporcionara el flujo de sangre a los órganos del cuerpo mientras el corazón está parado. Las enfermedades cardiacas presentes en el momento del nacimiento se denominan cardiopatías congénitas. Las que aparecen más tarde se llaman cardiopatía adquiridas.

Circulación extracorpórea

La circulación extracorpórea es un complejo sistema de circulación artificial externo al cuerpo que permite mantener la circulación del cuerpo mientras se detiene la actividad cardiaca. Además, la circulación extracorpórea permite regular la temperatura corporal, oxigenar la sangre y mantener un balance hídrico y bioquímico adecuado. La circulación extracorpórea está controlada por perfusionistas, personal altamente especializado que forman parte del equipo quirúrgico. Para establecer una circulación extracorpórea el cuerpo del paciente debe conectarse mediante un circuito cerrado con una cánula (tubo) que deriva la sangre venosa que llega al corazón, y otra que la devuelve oxigenada hacia las arterias. Antes de introducir las cánulas se induce anticoagulación con Heparina para evitar que la sangre forme trombos dentro del sistema. Al finalizar el procedimiento, la actividad de la heparina se neutraliza con otra medicación, la Protamina, para normalizar la coagulación de la sangre. Como es lógico en un sistema artificial como es éste, los tiempos de duración de la circulación extracorpórea y de la parada cardiaca deben ser los más cortos posibles.

Anestesia cardíaca

Dada la complejidad de los pacientes cardiacos, el sofisticado proceso quirúrgico y el manejo de la circulación extracorpórea, la anestesia cardíaca la realizan únicamente anestesistas muy cualificados y especializados. Los anestesistas controlan la respiración del paciente y el estado de la circulación durante toda la cirugía. También monitorizan la actividad cardiaca mediante Ecocardiografía Transesofágica, una forma muy importante de evaluación de la actividad cardiaca, imprescindible para que el cirujano pueda analizar inmediatamente el resultado de muchos procedimientos.

Utilización de sangre

La cirugía cardiaca actual debe realizarse con una mínima utilización de transfusiones de sangre. Durante la intervención utilizamos sistemas de recuperación de sangre del campo operatorio del propio enfermo que evitan las pérdidas sanguíneas y disminuyen mucho las necesidades de transfusión. La mayor parte de los pacientes no reciben transfusiones de sangre o sus derivados durante la operación. Algunos de ellos presentan anemia antes o después de la operación y pueden necesitar transfusión de concentrados de glóbulos rojos en el postoperatorio. La utilización de productos derivados de la sangre se realiza siempre siguiendo los procedimientos de seguridad más rigurosos y exhaustivos.

Procedimientos mínimamente invasivos

Los buenos equipos quirúrgicos realizan la cirugía con el mínimo trauma posible. La cirugía cardiaca convencional se realiza a través de una incisión amplia en la parte central del pecho y cortando el hueso Esternón. Muchos de nuestros procedimientos quirúrgicos se realizan a través de pequeñas incisiones (cortes) para minimizar el trauma quirúrgico, el dolor postoperatorio y el aspecto estético. Hoy día realizamos muchas operaciones de las válvulas aórtica y mitral a través de incisiones de 6-10 centímetros. En estas técnicas, se abre solamente una pequeña porción del hueso esternón. Una forma especial de cirugía por mínimas incisiones que realizamos es la cirugía a través de puertos de entrada (Heartport). Esta es una técnica altamente especializada de cirugía cardiaca con la que podemos hacer operaciones de reparación de las válvulas mitral y tricúspide y otros procedimientos quirúrgicos con aperturas muy pequeñas (6 centímetros) en el tórax y a través de trocares de acceso. Al disponer de instrumentos especialmente diseñados para estas técnicas y de visión directa en pantallas mediante cámaras situadas en el interior del tórax, podemos trabajar con gran precisión.

Información y consentimiento

La cirugía cardiaca actual puede realizarse con bajo riesgo incluso en pacientes de edad avanzada, en re-operaciones, o en casos con múltiples problemas de salud. Antes del día de la operación el cirujano informa al paciente y a la familia sobre los objetivos de la cirugía, sobre todos los detalles relacionados con la misma, y sobre los posibles riesgos asociados con la intervención. También les informa sobre otras alternativas de tratamiento diferentes al tratamiento quirúrgico que se les propone. El paciente o tutor tienen que firmar un documento de consentimiento informado sin el que no es posible proceder con la operación. También se le solicita un consentimiento para la utilización de sangre si fuera preciso, y otro de consentimiento para proceder con anestesia general.

Anticoagulación

Los anticoagulantes son drogas que disminuyen la capacidad de formar coágulos por la sangre. Los derivados cumarínicos, como el Sintrom, se toman por vía oral y actúan en el hígado bloqueando la formación de sustancias que producen la coagulación. Su efecto desaparece al finalizar el tratamiento, sin haber producido efectos sobre el hígado u otros órganos ni sobre la capacidad real de la sangre de volver a coagular de forma normal. Muchos pacientes con enfermedades cardiovasculares precisan un tratamiento prolongado o crónico con Sintrom, como aquellos que presentan Fibrilación auricular, Tromboflebitis importantes, dilataciones cardiacas etc. Los pacientes en tratamiento con Sintrom son instruidos siempre por sus médicos en las rutinas relativas a su uso y su control, y siguen una estrecha vigilancia médica.

La implantación de válvulas mecánicas dentro del corazón obliga a un tratamiento con Sintrom para siempre, independientemente de si el paciente lo tomaba antes de la cirugía o no. En estas circunstancias, el tratamiento no debe interrumpirse bajo ningún concepto, a no ser que se utilice otro tipo de anticoagulante de forma temporal.

Otros tipos de anticoagulantes, como las Heparinas, se administran por vía subcutánea o endovenosa. Este tipo de anticoagulantes son muy útiles durante las fases de interrupción del tratamiento con Sintrom, sobre todo las heparinas subcutáneas que puede administrárselas fácilmente el paciente o miembros de su familia bajo instrucción médica.