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Los niños no son adultos en miniatura. El tamaño de su cuerpo y las proporciones de su cráneo son completamente diferentes de los nuestros, al igual que la anatomía comparada de sus orejas, nariz y garganta.
Esto se refleja en los tipos específicos de problemas ORL que presentan los niños. Dado que la mayoría de los niños pasan la mayor parte del día en grupos más grandes (en la guardería o el colegio) o con sus hermanos, suelen tener un mayor riesgo de contraer infecciones (recurrentes) que los adultos, tanto más cuanto que su sistema inmunitario no está plenamente desarrollado hasta que tienen unos 8 años.
Los niños también tienen sus propias necesidades psicológicas específicas, algo que es importante tener en cuenta en la consulta. Para los niños pequeños, ser examinados físicamente puede suponer una amenaza, por lo que necesitan un enfoque sensible.
Los factores anteriores explican por qué los niños necesitan un otorrinolaringólogo pediátrico especializado, capaz de atender las necesidades específicas de los niños, que sea consciente de todas las consideraciones especiales relacionadas con los problemas otorrinolaringológicos de los niños y sus necesidades de comunicación, y que disponga del equipo adecuado para examinar sus oídos, orificios nasales y garganta extraestrechos.
La Dra. Karin Oomen es una otorrinolaringóloga pediátrica con amplia experiencia en el diagnóstico y tratamiento de todo tipo de problemas infantiles, desde infecciones de oído hasta problemas respiratorios en recién nacidos. Sea cual sea el problema, intentaremos trabajar con usted y su hijo para encontrar una solución adaptada a sus necesidades. A continuación hemos enumerado 5 problemas otorrinolaringológicos pediátricos comunes
El oído pegajoso o derrame del oído medio es una afección caracterizada por la presencia de mucosidad espesa en el oído medio, el espacio situado detrás del tímpano.
Las infecciones de oído son uno de los motivos más frecuentes de visita de los niños al médico de cabecera. Tener una infección aguda de oído es muy incómodo para los niños, debido a signos y síntomas como dolor de oído, pérdida de audición, secreción de mucosidad por el oído y pérdida de equilibrio.
La amigdalitis es una infección de las amígdalas, pequeñas almohadillas de tejido que se sitúan a ambos lados de la parte posterior de la garganta. Forman parte de nuestro sistema inmunitario y contienen glóbulos blancos que combaten los gérmenes.
Su hijo puede roncar mucho, dejar de respirar durante 10 segundos o más, varias veces por noche, sentirse cansado (¡o ser hiperactivo!) durante el día, sudar mucho por la noche y/o mojar la cama a pesar de haber sido entrenado para ir al baño. En los niños, el aumento de tamaño por inflamación de las amígdalas y las adenoides es la causa más frecuente de apnea del sueño. Cuando se produce apnea del sueño en los niños, se reduce la captación de oxígeno durante el sueño.
La rinitis es una afección de la nariz caracterizada por la inflamación de la mucosa nasal. Suele ir acompañada de congestión nasal, secreción de mucosidad clara o espesa por la nariz o estornudos.