Artrosis de manos

La artrosis de manos es un tipo de artropatía que afecta las articulaciones de las manos y los dedos. Es una enfermedad articular degenerativa que puede causar dolor, rigidez y pérdida de la función.


Diagnóstico:

El diagnóstico de la artrosis de manos generalmente se realiza a través de una combinación de examen físico, historial médico y estudios de imágenes. Durante un examen físico, el médico evaluará el rango de movimiento, la fuerza y la sensibilidad de las articulaciones de las manos. Se pueden usar estudios de imágenes como rayos X o resonancias magnéticas para visualizar el alcance del daño en las articulaciones. También se pueden realizar análisis de sangre para descartar otros tipos de artritis o enfermedades autoinmunes.


Fenotipos:

Hay varios fenotipos o patrones diferentes de osteoartritis de la mano. Los fenotipos más comunes son la artrosis de manos nodular, la artrosis de manos erosiva y la artrosis generalizada.

La artrosis nodular de manos es el fenotipo más común de la artrosis de manos y normalmente afecta las articulaciones interfalángicas distales (DIP) e interfalángicas proximales (PIP), causando dolor y la aparición de los llamados nódulos de Heberden y Bouchard.

Artrosis erosiva de manos: este fenotipo se caracteriza por la presencia de erosiones óseas centrales a nivel de interfalángicas distales (DIP) e interfalángicas proximales (PIP) con un componente de inflamación más marcado.

La rizartrosis, también conocida como artrosis trapecio-metacarpiana, es un tipo de artrosis que afecta la base del pulgar. Es una condición común que puede causar dolor, hinchazón, rigidez y pérdida de función en el pulgar.

Artrosis generalizada de manos: este fenotipo afecta múltiples articulaciones del cuerpo, incluidas las manos.


Tratamiento:

El tratamiento de la artrosis de manos depende de la gravedad de la afección y del fenotipo específico. Las opciones de tratamiento pueden incluir:

Antiinflamatorios no esteroideos (AINE), corticosteroides, analgésicos orales, sulfato de condroitina o sulfato de glucosamina y analgésicos tópicos para ayudar a aliviar el dolor, la inflamación y retrasar la progresión de la enfermedad.

Un fisioterapeuta puede desarrollar un programa de ejercicios para mejorar la movilidad articular y la fuerza en las manos.

Las inyecciones de corticosteroides se pueden usar para aliviar el dolor a corto plazo y reducir la inflamación.

El uso de una férula o aparato ortopédico puede ayudar a sostener las articulaciones y puede reducir el dolor y la rigidez en algunos casos seleccionados.

La cirugía no suele está indicada en los casos de artrosis de manos, excepto en algunos casos concretos de la artrosis trapecio-metacarpiana.