Disfunción eréctil

¿Qué es la disfunción eréctil (DE)?

La disfunción eréctil se define como la incapacidad de obtener o mantener una erección suficiente para el desarrollo de una actividad sexual satisfactoria.

Si el trastorno sólo se produce en determinadas situaciones sexuales (por ejemplo, sólo si se halla presente la pareja), hablamos de disfunción eréctil situacional. Por el contrario, la disfunción eréctil global es la que se presenta en todas las situaciones sexuales.

¿Cuáles son las causas?

La disfunción eréctil puede ser causada por una:

  • Causa orgánica. En este caso la disfunción eréctil se produce cuando existen alteraciones del riego sanguíneo, de la conducción nerviosa, de los niveles hormonales, o bien cuando la disfunción eréctil se produce como efecto secundario de determinados fármacos o como consecuencia de algunas intervenciones quirúrgicas.
  • Causa psicógena o funcional. En este caso, la disfunción eréctil se debe al bloqueo central del mecanismo erectivo, sin que existan lesiones físicas aparentes. El hecho de que se denomine "psicógena" sólo significa que no se hallan lesiones estructurales, no que existan problemas psicológicos.
  • Causa mixta.

¿Cuántas personas sufren disfunción eréctil?

Aproximadamente un 10% de hombres padecen algún grado de disfunción eréctil, de forma más o menos continuada. El porcentaje de hombres con disfunción eréctil aumenta según el grupo de edad, alcanzando una cifra cercana al 50% en hombres mayores de 75 años.

¿Cómo se diagnostica la disfunción eréctil?

La historia clínica aporta, con frecuencia, datos suficientes para poder diagnosticar si nos hallamos ante un trastorno físico o psicógeno. Aun así, si se precisa profundizar en el diagnóstico, se puede solicitar una analítica hormonal, un eco-doppler de las arterias peneanas (que nos indicará el estado del flujo sanguíneo) y una electromiografía (que valora la transmisión nerviosa a nivel genital).

¿Cuáles son los tratamientos para la disfunción eréctil?

Los índices de eficacia en el tratamiento de la disfunción eréctil son actualmente muy elevados. En este sentido, disponemos de un amplio arsenal terapéutico para tratar la disfunción eréctil:

  • Terapia sexual. Esta terapia está constituida por una serie de pautas, breves y concretas, para eliminar el bloqueo, por parte del sistema nervioso central, del mecanismo erectivo. Es conveniente llevarla a cabo en pareja. Puede usarse de forma aislada o combinada con otros tratamientos.
  • Fármacos orales: sildenafilo, tadalafilo y vardenafilo. Todos ellos pueden tomarse "a demanda", es decir, antes de la relación sexual. El tadalafilo puede tomarse también en dosis diaria, independiente de la relación sexual.
  • Fármacos inyectables. Estos fármacos deben inyectarse en los cuerpos cavernosos del pene. El aprendizaje de la inyección se lleva a cabo en la consulta y, posteriormente, el paciente se autoinyecta en su domicilio.
  • Sistemas de vacío. Este tratamiento se realiza mediante una bomba que ejerce una presión negativa sobre el pene.
  • Cirugía protésica. Éste es el último recurso para tratar la disfunción eréctil. Sólo se recomienda en caso de que hayan fracasado todos los sistemas anteriores y, tanto el paciente como su pareja, deseen exclusivamente una sexualidad coital.