Pujadas Domenech Jaime
La diabetes mellitus (DM) es una enfermedad producida por una alteración en la secreción y/o acción de la insulina (hormona sintetizada por el páncreas) y se caracteriza por alteraciones importantes en el metabolismo de las proteínas, lípidos y carbohidratos. Es, por tanto, una disfunción metabólica crónica. Su importancia radica en su alta frecuencia y en las complicaciones vasculares (macro/microangiopatías) y neurológicas (neuropatías) que se producen a corto y largo plazo cuando no está bien controlada. Constituye una de las principales causas de invalidez y mortalidad prematura en la mayoría de los países desarrollados, además de influir negativamente en la calidad de vida de las personas afectadas.
- ¿Cuál es la función de la insulina?
La principal acción de la insulina (hormona producida por las células beta del páncreas) consiste en permitir la entrada de la glucosa a las células, aunque también regula la mayor parte de las vías metabólicas conocidas, ya que permite la síntesis de las proteínas impidiendo su degradación.
- ¿Qué tipos de diabetes hay?
Diabetes tipo 1
Es la forma más grave de la DM primaria y la menos frecuente. Aparece como consecuencia de la destrucción de las células beta del páncreas (deben destruirse entre el 80-90% de la más a total) por lo que se produce muy poca insulina o nada y el individuo tiene tendencia a la cetoacidosis (producto de la quema de grasas y un estado de acidez en el organismo). Incluye, en su mayoría, casos resultantes de un proceso autoinmunitario y otros, en menor grado, son de origen desconocido, aunque parece que hay un factor hereditario importante. Se diagnostica durante la niñez o la edad adulta joven, aunque puede iniciarse a cualquier edad. El comienzo suele ser de forma brusca, en niños y adolescentes. El peso de los individuos habitualmente es normal, pero la presencia de obesidad no es incompatible con el diagnóstico.
Diabetes tipo 2
Es la forma más frecuente de DM primaria. Se produce por un defecto en la capacidad secretora de insulina y en individuos con resistencia a la misma. Está frecuentemente asociada con una fuerte predisposición genética. Puede aparecer a cualquier edad, aunque suele iniciarse a partir de los 40 años, y su prevalencia aumenta con la edad, el sobrepeso y la falta de actividad física.
La obesidad está presente en el 80% de los individuos y puede producir resistencia a la insulina. Es más frecuente en mujeres con antecedentes de diabetes gestacional, en individuos con hipertensión o dislipemias, en la raza negra y en individuos de origen latino o norteamericano.
Muchas de estas personas no necesitan insulina para sobrevivir, aunque en algunos casos pueden requerirla para conseguir una concentración normal de glucosa. Habitualmente no aparece cetoacidosis (quemar grasas y producir un estado de acidez en el organismo), a no ser que el individuo se vea afectado por infección o situaciones estresantes. Su inicio con frecuencia suele ser asintomático y se detecta de forma casual por una prueba de laboratorio rutinaria.
Existen otros tipos específicos de diabetes como son:
- Defectos genéticos de la función de la célula beta
- Defectos genéticos de la función de la insulina
- Enfermedades del páncreas exocrino
- Enfermedades endocrinas
- Diabetes inducida por sustancias químicas y medicamentosas
- Infecciones
- Formas poco comunes de diabetes mediada por el sistema inmunológico
- Otros síndromes genéticos que en ocasiones se relacionan con diabetes
- Diabetes gestacional
- ¿En qué se diferencian la diabetes tipo 1 y tipo 2?
La diferencia principal entre la diabetes tipo 1 y la diabetes tipo 2 se basa en la causa de la hiperglucemia y en consecuencia el tratamiento requerido. Estas son las características de cada una:
DM Tipo 1 DM Tipo 2 Sexo Hombres y mujeres por igual
Más mujeres que hombres
Edad Menos de 30 años
Más de 40 años
Aparición Brusca
Solapada
Peso No obeso
Obeso (80%)
Periodo de remisión A veces
Raro
Periodo de cetosis
(producto de la quema de grasas)
Sí
No
Herencia Coinciden gemelos (40-50%)
Coinciden gemelos (90%)
Auto-anticuerpos 85-90%
No
Inmunidad celular Sí
No
Causa vírica Posible
No
Endocrinoplastias asociadas Sí
No
Niveles de insulinemia Descendidos o nulos
Variable
Tratamiento insulínico Generalmente indispensable
Habitualmente no requerido
- ¿Cuál es el tratamiento?
La dieta constituye la base sobre la que se ajusta cualquier otro tratamiento. La influencia de los alimentos sobre la glucemia tiene tal trascendencia que, en ocasiones, es la única terapéutica necesaria en diabetes tipo 2. Para los diabéticos son aplicables las recomendaciones nutricionales de la población general:
- Alimentación saludable
- Mayor contenido en fibra y glúcidos complejos
- Menor ingesta de grasa saturada animal para prevenir la aparición de obesidad, dislipemia (alteración en los niveles de lípidos), intolerancia a la glucosa, hipertensión y cardiopatía isquémica
- Respetar unos horarios y reparto de comidas, sobre todo los diabéticos insulinodependientes
En cuanto a los Alimentos Diarios Recomendados (RDA) clásicamente se ha seguido lo establecido en los consensos europeos:
- Proteínas 15%
- Grasa saturada, menos del 10%
- Grasa mono y poliinsaturada 15-25%
- Glúcidos 50-55%
- Hipoglucemia e hiperglucemia: ¿qué son? ¿cómo prevenirlas?
- Prevenir la hipoglucemia (disminución anormal del nivel de glucosa en la sangre): Para ello se recomienda puntualidad en el horario de comidas, la distribución de éstas lo largo del día en tres comidas principales (desayuno, comida y cena) y tres refrigerios intermedios (almuerzo, merienda y resopón).
- Prevenir la hiperglucemia (aumento anormal del nivel de glucosa en la sangre): La secreción inadecuada de insulina mediada por la glucemia necesita que el organismo retarde la absorción de alimentos, para lo cual hay que evitar la ingesta de azúcares de absorción rápida. Se recomiendan los azúcares complejos y cantidades sustanciales de fibra.
- Recomendaciones sobre algunos alimentos
- Edulcorantes: desaconsejado el uso de edulcorantes comunes como el azúcar de mesa y la miel. Los edulcorantes no calóricos recomendados son el aspartamo y la sacarina.
- Alcohol: está permitida la ingesta moderada de alcohol (1 vaso de vino tinto en comida y/o cena y en alguna celebración) si el control metabólico es normal. No debe tomarse alcohol con el estómago vacío para evitar un efecto hipoglucemiante.
- Refrescos: debe tenerse en cuenta el valor calórico normalmente alto que tienen estas bebidas por su composición de glúcidos. Está permitido el uso de bebidas acalóricas como Diet-pepsi, Coca-Cola light, gaseosa con sacarina, etc.
- Condimentos: la sal sólo estará restringida como medida preventiva de la hipertensión. El resto de condimentos, como las hierbas aromáticas o las especias, están permitidas.
- Productos dietéticos: no son recomendables porque no suelen indicar la composición exacta ni su contenido calórico
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