Osteoporosis: el deterioro silencioso de los huesos que sí se puede prevenir y tratar

La osteoporosis es una enfermedad silenciosa que debilita los huesos y aumenta el riesgo de fracturas. A menudo pasa desapercibida hasta que se produce una lesión, pero puede prevenirse y tratarse eficazmente si se diagnostica a tiempo.
El Dr. Albert Nadal, reumatólogo de Centro Médico Teknon, explica sus causas, factores de riesgo y las claves para mantener unos huesos fuertes y saludables.
¿Qué es la osteoporosis?
La osteoporosis es una enfermedad en la que los huesos pierden contenido en calcio y se degrada su microarquitectura, lo que aumenta su fragilidad y el riesgo de fracturas.
Las causas más importantes son la menopausia, algunas enfermedades crónicas como la diabetes o la artritis, ciertos medicamentos y también el estilo de vida: la falta de vitamina D, el sedentarismo o una dieta pobre en calcio influyen de forma directa
Además, el consumo de tabaco, alcohol y cafeína puede acelerar la descalcificación ósea. Y no hay que olvidar el componente hereditario: si nuestros padres han tenido osteoporosis, el riesgo también es mayor.
La epidemia silente
Uno de los mayores retos de esta enfermedad es que no presenta síntomas hasta que aparece la primera fractura. Por eso se la conoce como "la epidemia silente".
El diagnóstico precoz es esencial, especialmente en mujeres tras la menopausia, cuando la pérdida de estrógenos acelera la pérdida ósea.
Densitometría ósea: una prueba sencilla y eficaz
La densitometría ósea mide la cantidad de calcio en los huesos y permite detectar la osteoporosis antes de que cause fracturas.
Es una prueba rápida, indolora y con muy poca radiación. Se realiza habitualmente en la columna lumbar y el fémur, y sus resultados ayudan a clasificar la densidad ósea:
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Por debajo de -2,5 DE: osteoporosis.
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Entre -1 y -2,5 DE: osteopenia (pérdida leve de masa ósea).
Las mujeres mayores, las más afectadas
La osteoporosis afecta principalmente a mujeres mayores, pero también puede presentarse en hombres o personas jóvenes.
Las hormonas sexuales -estrógenos y testosterona- mantienen la masa ósea. En las mujeres, la menopausia supone una caída brusca de estrógenos, lo que acelera la pérdida de hueso. En los hombres, el proceso es más lento.
No obstante, también puede darse en otros grupos de población. Aunque menos habitual, existen casos en niños o adolescentes, sobre todo si padecen trastornos de la conducta alimentaria como anorexia o bulimia, enfermedades como la celiaquía, o toman medicamentos que interfieren con el metabolismo del calcio. La adolescencia es una etapa clave para alcanzar el pico de masa ósea. Si no se logra, el riesgo futuro es mayor.
En niños y adolescentes, puede deberse a trastornos alimentarios, enfermedades como la celiaquía o el uso de medicamentos que interfieren con el metabolismo del calcio.
La adolescencia es clave para alcanzar el pico de masa ósea. Si no se logra, el riesgo futuro aumenta.
Prevención: hábitos que fortalecen los huesos
Alimentación equilibrada
Una dieta rica en calcio y vitamina D es esencial. La leche es una buena fuente, pero no la única: el pescado azul, los vegetales de hoja verde o los alimentos enriquecidos también ayudan.
Igualmente, se deben evitar sustancias que favorecen la pérdida de calcio, como el alcohol, el tabaco y la cafeína.
Actividad física regular
Un estilo de vida activo mejora los resultados y reduce el riesgo de fractura. La práctica de ejercicio físico no solo fortalece los músculos, sino que también es fundamental para mantener la salud ósea. En particular, el ejercicio de fuerza (como levantar pesas, ejercicios con bandas elásticas o el entrenamiento con el propio peso corporal) ha demostrado ser especialmente eficaz para aumentar la densidad mineral ósea o, al menos, frenar su disminución.
El entrenamiento de fuerza estimula la formación de hueso nuevo y mejora el equilibrio y la coordinación, reduciendo el riesgo de caídas, una de las principales causas de fracturas en personas con osteoporosis.
El entrenamiento debe ser regular y adaptado a cada edad y condición física, combinando ejercicios de resistencia, fuerza y equilibrio. Caminar, subir escaleras, practicar yoga o ejercicios con el propio peso corporal son excelentes opciones.
Tratamiento: frenar la pérdida y regenerar el hueso
La osteoporosis se puede y se debe tratar.
Los tratamientos actuales incluyen:
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Fármacos que frenan la destrucción ósea o estimulan la formación de hueso nuevo.
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Ejercicio físico regular, que potencia la eficacia del tratamiento.
El enfoque ideal combina medicación, hábitos saludables y seguimiento médico regular.
Cuidar los huesos a lo largo de la vida
El hueso está en constante renovación: en la adolescencia fabricamos más del que destruimos, pero a partir de los 50 años ocurre lo contrario.
Por eso, actuar a tiempo es la mejor prevención. Adoptar hábitos saludables, hacer ejercicio y acudir a revisiones médicas puede marcar la diferencia entre la fragilidad y la fortaleza ósea.




