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Rinitis alérgica ¿o no?

La rinitis es una enfermedad común que se estima afecta al 40% de la población. Se produce por diferentes motivos, el síntoma más importante es la obstrucción nasal y, habitualmente, se asocia rinorrea o secreción nasal, estornudos y picor.

Habitualmente estos síntomas desaparecen, pero si dura demasiado y es muy intensa, es necesario visitar al especialista, quien indicará cómo tratarla, en función del tipo de rinitis que se padezca, que puede ser de dos tipos: alérgica y no alérgica. La Dra. Maria Colomé Calafí, otorrinolaringóloga, nos ha explicado que tipos de rinitis existen y cómo tratarlas.

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Rinitis alérgica

Se trata de un proceso inflamatorio de la mucosa nasal inducido por la exposición a alérgenos. Los síntomas:

  • Prutito
  • Secreción nasal o rinorrea
  • Estornudos
  • Congestión nasal
  • Conjuntivitis
  • A veces, viene acompañada de asma

¿Cuáles son los desencadenantes de la rinitis alérgica?

  • Alérgenos como los ácaros, animales domésticos o pólenes. La harina o la soja están relacionadas con frecuencia con el asma de los profesionales que trabajan con estos ingredientes.
  • Contaminación urbana, principalmente el humo de los automóviles puede aumentar la formación de IgE y la inflamación alérgica. El ozono, el óxido nítrico o el óxido de azufre empeoran los síntomas de los pacientes con rinitis.
  • Contaminación del aire en espacios cerrados. Existen alérgenos domésticos como los gases contaminantes del humo del tabaco, por ejemplo.

Según su gravedad y la intensidad de los síntomas y cómo esto afecta a la calidad de vida, se considera leve, si no afecta a la vida normal, o moderada o grave, si altera el sueño y las actividades diarias (trabajo, deporte, estudios...). Cabe destacar que entre el 25 y el 45% de las personas con rinitis alérgica manifiestan, además, asma.

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Rinitis no alérgicas

Pueden ser de diversos tipos:

  • Infecciosas. Son las más frecuentes y suelen estar provocadas por virus, como el resfriado común. Aunque las bacterias también pueden producir forúnculos o foliculitis. Los hongos, la sífilis, la tuberculosis o parásitos, también pueden producir rinitis. Una vez ha sido tratada la causa, los síntomas, desaparecen.
  • Anomalías anatómicas congénitas o adquiridas. Se producen por una obstrucción nasal; por ejemplo, una desviación del tabique nasal. Si el aire no circula bien a causa de la desviación, la mucosa se inflama y se retienen secreciones. Si la inflamación se cronifica los cornetes aumentan de tamaño y agravan la situación.

A menudo, quien la padece no se da cuenta del problema porque existe una adaptación a respirar mal, sobre todo si no ha conocido nunca una respiración normal.

  • Respuesta a estímulos como olores intensos de perfumes, disolventes, lejía o irritantes, como el humo del tabaco, polvo, contaminación; los cambios de temperatura y humedad, estímulos lumínicos, comida muy caliente, etc., desencadenan la llamada rinitis irritativa.
  • No eosinofílica no alérgica (NARES) es la rinitis que cursa con niveles elevados de eosinófilos. Normalmente se trata con corticoides.
  • Rinitis hormonal es frecuente en el embarazo, sobre todo en el segundo mes, y desaparecen tras el parto; pero también en la pubertad, en el hipertiroidismo y en la acromegalia. Los estrógenos y la progesterona pueden aumentar la actividad de las glándulas seromucosas.
  • Rinitis emocional. Relacionada con cualquier cambio emocional y estrés, por ejemplo, va asociada al llanto.
  • Rinitis medicamentosa: reserpina, guanetidina, metildopa, antidepresivos, betabloqueantes de uso oftalmológico, clorpromazina, anticonceptivos, AINES y aspirina. El abuso de descongestionantes tópicos nasales puede provocar una obstrucción nasal de rebote.
  • La comida especiada o muy caliente y el alcohol también puede producir rinitis.
  • Rinitis del envejecimiento. A veces asociada a algunos medicamentos y a veces debida a cambios fisiológicos en las mucosas nasales.

Si necesitas asesoramiento sobre este tema, consulta con nuestros especialistas

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