

- Centro Médico Teknones/red-centros/centro-medico-teknonHospital Universitari General de Catalunyaes/red-centros/hospital-universitari-general-catalunya
Existen varias dianas farmacológicas en la artrosis de rodilla que actualmente están siendo investigadas para el desarrollo de nuevos fármacos.
La inflamación juega un papel crítico en el desarrollo y progresión de la osteoartritis de rodilla. La orientación de las vías inflamatorias, como la interleucina-1 (IL-1), el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-alfa) y la ciclooxigenasa-2 (COX-2), se ha mostrado prometedora en estudios preclínicos y clínicos.
Las metaloproteinasas de la matriz (MMP) son enzimas que degradan la matriz extracelular del cartílago y el hueso. Se ha propuesto dirigirse a las MMP con inhibidores como una estrategia terapéutica potencial para ralentizar la progresión de la artrosis de rodilla.
Remodelación de cartílago y hueso: el equilibrio entre la remodelación de cartílago y hueso se altera en la osteoartritis de rodilla, lo que lleva a la degradación del cartílago y al crecimiento excesivo de hueso. En los estudios preclínicos se ha mostrado prometedora la orientación de las enzimas involucradas en la remodelación del cartílago y el hueso, como las agrecanasas y las catepsinas.
El dolor es un síntoma principal de la osteoartritis de rodilla y puede afectar significativamente la calidad de vida de los pacientes. La orientación de las vías del dolor, como los canales de potencial receptor transitorio (TRP) y el factor de crecimiento nervioso (NGF), se ha mostrado prometedora en estudios preclínicos y clínicos.
Los factores de crecimiento, como el factor de crecimiento transformante-beta (TGF-beta) y el factor de crecimiento similar a la insulina-1 (IGF-1), desempeñan un papel en la formación y reparación de cartílago y hueso. La orientación de estos factores de crecimiento con agonistas o antagonistas se ha mostrado prometedora en estudios preclínicos.
La autofagia es un proceso celular que elimina componentes dañados o disfuncionales, y su desregulación se ha implicado en el desarrollo de la osteoartritis de rodilla. Apuntar a la autofagia con activadores o inhibidores se ha mostrado prometedor en estudios preclínicos.


































